SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Quizás es bien sabido, aunque no siempre es comprendido en la misma dimensión, que la inequidad de género tiene su base en factores culturales que se reproducen, incluso, en los centros educativos. ¿Cómo se da este proceso? ¿Cómo se reproducen esos roles tradicionalmente asignados a hombres y mujeres?
La investigadora Alicia Ziffer, durante el levantamiento de un diagnóstico encargado por el Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF) y el Ministerio de Educación, fue tras estas respuestas.
El estudio arrojó que, en el nivel Básico, los alumnos de cuarto grado definen a las mujeres con estos atributos: son bellas, son frágiles, son delgadas, usan vestidos, aretes, moños, maquillaje y uñas postizas. Las niñas, de su lado, consideran a los hombres como fuertes, grandes, feos, calvos, gorditos y sudorosos; y destacan también que trabajan mucho, pelean en las calles, manejan autos y beben mucho.
Al parecer estos atributos otorgados a cada género se mantienen con el paso de los años, pues las respuestas de los niños y las niñas de octavo grado fueron muy similares, aunque se acentúa la percepción de las hembras de que los varones son violentos, borrachones e infieles.
Por otro lado, la investigación indica que los docentes tienen la percepción generalizada de que más del 70% de las niñas son buenas en lengua española y más del 80% de los varones se destacan en matemáticas.
Según los docentes entrevistados para levantar el diagnóstico, las niñas participan más en las clases y son más comunicativas y expresivas que los varones.
"La investigación indica que los docentes tienen la percepción generalizada de que más del 70% de las niñas son buenas en lengua española y más del 80% de los varones se destacan en matemáticas"
Se trata de una creencia que ha sido estudiada en otras ocasiones, según cita el estudio, y que persiste a pesar de que los resultados de las pruebas nacionales ubican a las niñas de los primeros grados de educación básica mejor posicionadas que los varones en matemáticas.
La investigación encontró además que el personal docente en las escuelas des mayormente femenino, con edad comprendida entre los 30 y los 49 años, y que los hombres suelen ocupar los cargos directivos e impartir docencias en áreas como matemáticas, ciencias sociales, lenguas extranjeras, religión y educación física.
También dejó ver que el embarazo en adolescente es un factor de exclusión escolar que todavía no se supera en el país y que en muchas escuelas hay formalmente establecidas prácticas de discriminación tanto racial como de género.
Magaly Pineda, directora del CIPAF y asesora del estudio, afirmó que algunas escuelas impiden el acceso al recinto escolar a niñas o niños con el cabello rizado o trenzas, y que los mismos niños prestan mucha resistencia a la idea de que tienen raíces africanas.
Consideró, en otro orden, que la tanda única en el sistema educativo sería una importante solución a muchos de las dificultades que enfrentan las mujeres, que son la mayoría del cuerpo docente y con frecuencia tienen dos tandas en las escuelas y una tercera en sus hogares.
En la puesta en circulación del diagnóstico participaron además la antropóloga Tahira Vargas y los profesores María Teresa Cabrera, de la Asociación Dominicana de Profesores, y Marcos Núñez, director de CEDEE y enlace nacional del Consejo de Educación de Adultos para América Latina y el Caribe (CEAAL).
El encuentro, celebrado en el hotel V Centenario, también fue una manifestación de apoyo al 4% del PIB para educación y sirvió como acto de lanzamiento de la campaña Educación No Sexista, que organiza el Programa de Monitoreo del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer.