El semanario satírico francés Charlie Hebdo, que hoy sufrió un ataque terrorista en el que han perdido la vida al menos 12 personas, había sido objeto en sus casi 22 años de vida de otras agresiones, como un incendio y ataques informáticos, por publicar caricaturas de Mahoma, cuya mera reproducción está prohibida por el Islam.
Charlie Hebdo no se detuvo ante las amenazas ni anteriores atentados, pese a las constantes amenazas de los fanáticos religiosos, los extremistas políticos de la derecha, los ultrancionalistas y hasta los mafiosos.
Todos los líderes y figuras religiosas, políticas, empresariales, artísticas y deportivas eran materia prima para el humor de Charlie Hebdo, sobre todo en sus creativas portadas.