Santo Domingo, 3 sep (EFE).- Un juez dejó hoy en libertad bajo fianza a un cubano y a su hijo estadounidense acusados de operar un establecimiento de comercio sexual en un barrio de la capital dominicana, que fue cerrado el pasado fin de semana.

Se trata de Miguel Hernández y su hijo Danny, señalados como responsables del Nigth Club Venecia, ubicado en el sector capitalino de Gazcue, y cuyo cierre fue dispuesto durante un allanamiento realizado por la Procuraduría Especializada contra el Tráfico Ilícito de Migrantes y Trata de Personas, en coordinación con la Fiscalía del Distrito Nacional.

La Procuraduría General dominicana informó hoy que el juez José Alejandro Vargas, de la Unidad de Atención Permanente, impuso el pago de un millón de pesos (23.500 dólares) como garantía económica en contra de los acusados, a quienes se les imputa contratar, entrenar, reclutar y acoger mujeres con fines de prostituirlas para obtener beneficios económicos.

El juez también impuso presentación periódica e impedimento de salida del país como medidas de coerción a los dos hombres.

En el negocio de los imputados, según la Procuraduría General, se hallaban 69 mujeres que, al parecer, eran contratadas por los propietarios del lugar para ejercer la prostitución.

El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, ha expresado que los operativos en contra de los proxenetas y tratantes de mujeres se estarán realizando en todo el país, sobre todo en los polos turísticos, con los que se pretende minimizar la comercialización de mujeres para fines sexuales. EFE