Washington, 11 jul (EFE).- El Departamento de Estado de EE.UU. anunció hoy la transferencia a Serbia de dos presos desde la prisión de la Bahía de Guantánamo (Cuba), que el presidente Barack Obama prometió cerrar en su campaña electoral de 2008 y que está tratando de clausurar antes de dejar el poder en enero.

El traslado deja en 76 el número de reclusos internados en el penal, que llegó a albergar 800 poco después de su apertura, ordenada por el entonces presidente estadounidense, George W. Bush, tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

Los reclusos que serán trasladados a Serbia son Muhammadi Davlatov, originario de Tayikistán, y Mansur Ahmad Saad al-Dayfi, nacido en Yemen, indicó el Departamento de Estado en su nota.

En 2009, Davlatov, también conocido como Umar Abdulayev y de 37 años, dijo a través de su abogado que tenía tanto miedo de volver a su país natal que prefería pasar el resto de su vida en una pequeña celda en la remota base militar estadounidense del sureste de Cuba.

La transferencia fuera de Estados Unidos de cada uno de los detenidos ha sido examinada y aprobada por separado por seis agencias gubernamentales, detalló el Departamento de Estado.

"Estados Unidos agradece la generosa ayuda de Serbia y su voluntad de apoyar los esfuerzos para cerrar el centro de detención de Guantánamo", señala la nota.

Con la decisión de acoger a los reclusos, Serbia se convierte en el país número 30 que desde 2009 ha recibido alguno de los más de 100 presos transferidos desde la base naval de Guantánamo.

Este mismo domingo, el Departamento de Defensa de EE.UU. anunció la transferencia del recluso Fayiz Ahmad Yahia Suleiman desde Guantánamo a Italia.

En febrero, Obama presentó un plan para tratar de cerrar la prisión de Guantánamo mediante el traslado de entre 30 a 60 presos a territorio nacional y la liberación de otros, un objetivo que se ha topado con el rechazo de la oposición republicana en el Congreso.

La semana pasada, el Congreso examinó y pidió más información al Gobierno sobre la desaparición de Abu Wael Dhiab, un exprisionero sirio de Guantánamo que fue transferido a finales de 2014 a Uruguay, y cuyo paradero se desconoce tras supuestamente ingresar en Brasil.

Además de la reticencia de los republicanos a juzgar a los presos en territorio estadounidense, muchos legisladores temen que los reos de Guantánamo se unan a grupos del terrorismo yihadista al salir de la cárcel.

Pese a las trabas, el Gobierno de Obama ha acelerado este año el traslado de prisioneros a terceros países y en la prisión queda actualmente menos de un 10 % de los cerca de 800 presos que llegó a albergar a comienzos de la década pasada, la mayoría de ellos sin que se presentaran cargos en su contra. EFE