SANTO DOMINGO, República Dominicana.- «El éxito o el fracaso del sistema previsional de pensiones se mide, no por el nivel de los salarios vigentes, sino por la tasa de reemplazo», asegura Arismendi Díaz Santana, economista especializado en seguridad social.
Díaz Santana dio a conocer su valoración sobre el estudio “Suficiencia y Sostenibilidad de las Pensiones en República Dominicana”, que presentó el Observatorio de la Seguridad Social (OSES) del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).
Este estudio concluyó que los bajos salarios son la principal limitante del monto de las pensiones en el país, dato que difiere del planteamiento del especialista, quien explica que el ejemplo que muestra la investigación evidencia que, a mayor salario, mayor pensión. Sin embargo, dice que ese no es el indicador de una pensión digna.
Para el también profesor universitario, el mayor indicador en el tema de las pensiones es el porcentaje que representa la pensión respecto al último salario promedio.
“Cuando la tasa de reemplazo es baja, como se proyecta en nuestro país, poco importa el nivel del salario, ya que en todos los escenarios la brecha seguirá siendo elevada, condenando al trabajador a una estrechez económica inaceptable, comparada con su nivel de vida antes de su retiro”, argumenta en un comentario que envió a la redacción de Acento.
Díaz Santana señala que la responsabilidad del sistema previsional es garantizar una pensión lo más cercana posible al último salario promedio. De esa forma, “cuando la tasa de remplazo es alta y sostenible, el sistema de retiro llena su función social, aunque el salario sea bajo.”
Fuera de este aspecto, dice que el estudio tiene aciertos como la necesidad de implantar pensiones no contributivas a los envejecientes en estado de necesidad, de fortalecer las políticas sociales en aras de reducir las desigualdades, así como de incrementar gradualmente los aportes al plan de retiro y la edad legar de pensión.
Comentario íntegro de Arismendi Díaz Santana:
La pensión digna no depende del nivel del salario, sino del porcentaje del aporte, de los años de cotización, del costo de la comisión, de la tasa de interés y de la esperanza de vida de los pensionados y jubilados
Los cálculos y proyecciones no avalan el planteamiento de que los bajos salarios son la principal limitante del monto de las pensiones en nuestro país. Lamento no coincidir con la conclusión principal del estudio “Suficiencia y Sostenibilidad de las Pensiones en República Dominicana”, presentada por el Observatorio de la Seguridad Social (OSES) del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).
Un razonamiento muy sencillo así lo confirma. La propia investigación estima en un 24% la tasa promedio de reemplazo (el monto de la pensión, como % del salario promedio). Ese porcentaje indica que un trabajador con un salario de RD$10,000.00, recibirá una pensión mensual de sólo RD$2,400.00, con una reducción de su ingreso y nivel de vida equivalente a RD$7,600.00, dejándolo en la miseria total
Pero si ese trabajador ganara el doble, es decir, RD$20,000.00, entonces su pensión sería de RD$4,800.00, con una pérdida de 15,200.00, es decir, el doble que en el ejemplo anterior. Y si recibiera RD$40,000.00 mensual, su pensión llegaría a RD$9,600.00, con una reducción de su ingreso de RD$30,400.00, desde luego, siempre asumiendo cálculos en igualdad de condiciones, internas y externas.
Claro que, el ejemplo evidencia que, a mayor salario, mayor pensión. Pero ese no es el indicador de una pensión digna. Lo que realmente le interesa al trabajador es conocer el porcentaje que representa su pensión respecto a su último salario promedio, es decir, cual es la brecha entre su ingreso como trabajador activo y el monto de su pensión durante su retiro.
Cuando la tasa de reemplazo es baja, como se proyecta en nuestro país, poco importa el nivel del salario, ya que en todos los escenarios la brecha seguirá siendo elevada, condenando al trabajador a una estrechez económica inaceptable, comparada con su nivel de vida antes de su retiro.
La justa demanda del trabajador por una mejoría general del nivel de los salarios es constante y absolutamente válida, pero su logro no depende del sistema previsional. Lo que sí depende del diseño del plan de retiro es la tasa de reemplazo.
La responsabilidad del sistema previsional es garantizar una pensión lo más cercana posible al último salario promedio, a fin de evitar el trauma de un descenso brusco de su ingreso y de su nivel de vida. Por lo tanto, el éxito o el fracaso del sistema previsional se mide, no por el nivel de los salarios vigentes, sino por la tasa de reemplazo.
Cuando la tasa de remplazo es alta y sostenible, el sistema de retiro llena su función social, aunque el salario sea bajo. En cambio, constituye un fracaso total, cuando la tasa de remplazo es baja, aunque los salarios sean mayores.
En cualquier sistema previsional, incluyendo el de capitalización individual, el logro de una pensión digna y sostenible depende de la necesaria correspondencia: 1) entre el porcentaje del aporte y la tasa de reemplazo prometida; 2) entre los años de cotización y los años promedio de pensión; y 3) entre la tasa de interés y el porcentaje de la comisión de las AFP.
Además, de la estabilidad macroeconómica, del nivel de la productividad y de la tasa de inversión, entre otros factores externos al sistema.
El estudio contiene varios aciertos, como la necesidad de implantar pensiones no contributivas a los envejecientes en estado de necesidad, de fortalecer las políticas sociales en aras de reducir las desigualdades, así como de incrementar gradualmente los aportes al plan de retiro y la edad legar de pensión.
A principio de mayo pasado, publiqué en Amazon mi libro titulado Pensiones dignas y sostenibles para todos, donde fundamento, con detalles y ejemplos sencillos, los puntos señalados en este comentario.
Gracias,
Arismendi Díaz Santana