SANTO DOMINGO, República Dominicana.- “El Gobierno del socialista Pedro Sánchez prepara una ofensiva sin precedentes en la Unión Europa contra las pseudoterapias, aquellas disciplinas, como la homeopatía, que pretender tener virtudes curativas cuando la evidencia científica ha demostrado que carecen de ellas”, se lee en la edición de hoy del diario El País, que ha dado cuenta de manera destacada de tal ofensiva gubernamental.
El diario madrileño no se ha limitado a dar cuenta de la decisión sino que, de inmediato, ha publicado un editorial que tilda la ofensiva gubernamental de “científicamente impecable” y destaca que sean esos dos ministerios y no otros los que estén actuando.
“Si estos elixires de la salud que carecen del menor soporte empírico fueran meramente inútiles, los ministerios de los que estaríamos hablando serían los de Economía y Justicia, a los que compete perseguir la estafa. El mero hecho de que el protagonismo sea de Sanidad y Ciencia revela un aspecto más grave aún: que las pseudoterapias matan, porque inducen al paciente a abandonar o retrasar los tratamientos basados en la ciencia”, añade el matutino.
Le augura al jefe del Gobierno español una ardua tarea, porque hay -remarca- “un enjambre de decretos ley que, ahora mismo, garantizan el negocio y la impunidad de los estafadores sanitarios” y que “una de las trabas más chocantes es una directiva europea de hace casi 20 años que obliga a considerar los productos homeopáticos como ‘medicamentos’, cuando no lo son, puesto que no han demostrado ni su seguridad ni su eficacia en ensayos clínicos”.
No podrán llamarse centros sanitarios
La ministra de Sanidad ha comenzado por determinar que los establecimientos públicos o privados "que incluyan pseudoterapias no podrán llamarse centros sanitarios", ya que el plan gubernamental "persigue la defensa de la ciencia y el conocimiento científico", ha dicho.
“Hay que plantar cara a estas técnicas porque se trata de la salud de las personas”, remarcó Carcedo.
Títulos profesionales a revisión
El ministro Duque, a su vez, ha asegurado que los títulos oficiales de grado y máster ya expedidos, y en un cuya aprobación intervienen ambos ministerios y donde la presencia de las pseudoterapias ya es casi marginal, serán revisados por el Instituto de Salud Carlos III.
En el caso de los títulos propios, que se rigen por la autonomía de las universidades, Duque ha admitido que "aún no está determinado cuál será la acción que concreten" estas instituciones.
El llamado "Plan de Protección de la Salud frente a las Pseudoterapias", está estructurado en cuatro líneas principales, cada una de las cuales tiene sus propios objetivos.
La primera es utilizar los medios del Ministerio de Ciencia y del Sistema Nacional de la Salud, como las agencias de evaluación, para “generar y difundir información basada en el conocimiento y la evidencia científica”. Se buscará así “generar alianzas con las sociedades científicas, los colegios profesionales, las universidades, el movimiento asociativo y la sociedad civil”, se detalla.
La segunda línea busca “evitar la publicidad engañosa”. Esto conllevará la modificación de diferentes decretos para destacar "la falta de eficacia de estas disciplinas" y "poner coto a la publicidad de servicios, productos, eventos y cualquier otra forma de presentación" de ellas.
La tercera busca, también con la modificación de decretos, “eliminar las pseudoterapias de los centros sanitarios” y “garantizar” que todas las actividades que se llevan a cabo en ellos sean prestadas por “profesionales que dispongan de las titulaciones oficialmente reconocidas”.
La cuarta línea busca expulsar de las universidades cualquier titulación que dé amparo a las pseudoterapias.
La venta de produtos homeopáticos
Ya en abril de este año el Ministerio español de Sanidad, entonces a cargo de Dolors Monserrat -Gobierno conservador de Mariano Rajoy-, había anunciado que exigiría que los productos homeopáticos pasaran un control de seguridad y calidad antes de ser vendidos y solo si avisaban en sus etiquetas que no tienen "indicaciones terapéuticas probadas".
"Queremos decirles bien claro a los pacientes que no hay evidencia terapéutica", subrayó entonces Monserrat. Es decir, se trata de una política en la que coinciden los dos principales partidos políticos de España.