Madrid, 11 jun (EFE).- España anunció hoy que recibirá en el puerto mediterráneo de Valencia al barco "Aquarius", que con 629 inmigrantes a bordo ha sido rechazado por las autoridades de Italia y Malta, y señaló que lo hace con el objetivo de evitar una posible tragedia humanitaria.
El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, ordenó hoy la acogida de esa embarcación que estaba navegando a su suerte en el Mediterráneo y que empezaba a padecer la escasez de víveres.
En concreto, Sánchez dio instrucciones para que España "cumpla con los compromisos internacionales en materia de crisis humanitarias" y acoja al barco Aquarius en el puerto de Valencia (este).
"Es nuestra obligación ayudar a evitar una catástrofe humanitaria y ofrecer un puerto seguro a estas personas, cumpliendo de esta manera con las obligaciones del Derecho Internacional", indicó un comunicado del Ejecutivo español.
"Victoria. 629 inmigrantes a bordo del barco Aquarius en dirección a España. Primer objetivo logrado", escribió el ministro populista italiano en sus redes sociales poco después de conocerse la decisión del Gobierno español.
En el "Aquarius", una nave de la ONG francesa Sos Méditerranée, hay 629 inmigrantes rescatados el sábado, de los que 123 son menores no acompañados, así como once niños pequeños y siete mujeres embarazadas.
El barco va a la deriva por el Mediterráneo después de que el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, de la ultraderechista Liga Norte, declarase ayer domingo que "Italia comienza a decir 'no' al tráfico de seres humanos" y a la inmigración ilegal.
"Victoria. 629 inmigrantes a bordo del barco Aquarius en dirección a España. Primer objetivo logrado", escribió el ministro populista italiano en sus redes sociales poco después de conocerse la decisión del Gobierno español.
Entre los inmigrantes rescatados y a bordo cundía ya el agotamiento y la deshidratación, con el problema de la falta de comida y el fuerte calor que aprieta en la cubierta, donde se hacinan.
En el caso de España, y ante el rechazo de otros países, habían ofrecido sus puertos los alcaldes de las ciudades mediterráneas de Barcelona, Ada Colau, y de Valencia, Joan Ribó, y ha sido el presidente de la región de valenciana, el también socialista Ximo Puig, quien ha traslado su autorización al Gobierno español para recibir al barco de inmigrantes.
Puig, que está hoy en Madrid, dijo a la prensa en un acto público que la operación se lleva a cabo por razones humanitarias y lamentó que el barco esté "abandonado" en el Mediterráneo de forma "profundamente injusta".
En el buque viajan varios periodistas, que han alertado de que la comida podría acabarse pronto.
Dentro del barco, "la gente está preocupada porque no tiene información, quieren que les dejen cargar el teléfono móvil para hacer llamadas y avisar a su familia y estamos en medio del Mediterráneo", relató el fotoperiodista Óscar Corral, que con su trabajo está poniendo cara a los protagonistas de este drama.
"Hace calor y se han colocado lonas, pero empieza a haber problemas de espacio; hay momentos de tensión porque en toda la mañana el barco no se ha movido y no tienen ningún tipo de información", agregó el reportero.
Uno de los sanitarios de la organización Médicos Sin Fronteras que atiende a los migrantes, David Beversluis, también alertó de que a partir de mañana no tendrán "suficiente comida (…) Tienen agua y alimentos para todos, pero solo para hoy y no van a tener suficiente para mañana".
Por el momento, la mayoría de los inmigrantes presenta síntomas de cansancio y padecen mareos que el personal del barco puede atender, ha señalado el sanitario, quien advirtió de que la situación puede empeorar si se mantiene mucho más tiempo esta situación de "hacinamiento y estrés".
Aunque crece la preocupación por el estado de algunos migrantes, como las mujeres embarazadas y también "15 personas con quemaduras químicas serias en el cuerpo debido a la mezcla entre el agua del mar y el gasóleo durante la travesía".
Una comisión integradas por representantes de varias instituciones públicas y de entidades como Cruz Roja, Cáritas y Acnur coordinará la recepción y atención a los inmigrantes.
En Bruselas, tras conocerse la decisión del Gobierno de España, el comisario europeo de Inmigración, el griego Dimitris Avramopoulos, subrayó hoy que esa decisión es "solidaridad real puesta en práctica". EFE