Madrid (EFE).- El ministro español de Exteriores, Josep Borrell, y su homólogo de Alemania, Heiko Maas, coincidieron en que Europa debe abordar el problema de la inmigración ilegal de manera unificada y "paneuropea", pese a que actualmente no existen "mecanismos de decisión" para dar una respuesta conjunta a estos casos.
Borrell y Maas se reunieron hoy en Madrid y confirmaron posturas cercanas en materias como la inmigración ilegal, los esfuerzos por combatir el cambio climático o la necesidad de actuar juntos en los mercados financieros.
En rueda de prensa conjunta, Maas recordó los casos en que un barco ha rescatado a inmigrantes ilegales en el Mediterráneo, situaciones que se resuelven con negociaciones entre ministros europeos para repartírselos, que calificó de "indignas".
"Eso es indigno en Europa", añadió el ministro alemán, quien recordó la Unión Europea no ha resuelto todavía estas cuestiones migratorias y que se trata de un debate en el que España tiene mucho que decir por ser el país de la UE que más cerca está de África.
El socialdemócrata Maas aseguró hoy que Europa necesita una España "fuerte y unida" que asuma su papel como "fuerza europeísta", especialmente después de la salida del Reino Unido.
También el socialista Borrell subrayó la idea de que "España está de vuelta en Europa y tiene un papel que jugar junto a Alemania y Francia en el futuro de la Unión".
"Es nuestra vocación y voluntad y estamos encantados de trabajar codo con codo con Francia y Alemania", dijo Borrell, sobre todo en un momento en que Europa debe actuar con más decisión y unidad en respuesta a la "deriva" de Estados Unidos.
Ambos ministros constataron además una "gran sintonía" en muchos de los grandes temas hasta el punto de que el ministro alemán aseguró que Alemania y España deben "cooperar estrechamente; queremos que haya más España en los debates dentro de la UE".
Borrell por su parte, aprovechó su comparecencia conjunta con Maas para agradece al ministro alemán la intervención de la canciller, Angela Merkel, en favor de los refugiados sirios cuando en 2015 llegaron huyendo decenas de miles y Alemania les abrió las fronteras y les acogió en un gesto con el que "salvó el honor de Europa, de todo un continente". EFE