Muchas veces tenemos la impresión de que no podemos lograr cambios en nuestra sociedad. Pensamos que como individuos es poco lo que podemos hacer. Pero muchos individuos conforman un grupo y muchos grupos una comunidad. El primer motor para lograr esos cambios es el deseo de llevarlos a cabo. Unidos se puede lograr más de lo imaginable. Un gran ejemplo de ello es la Escuela Laboral Aulas de la Esperanza, localizadas en Las Caobas, Santo Domingo Oeste. Allí se ha logrado crear un centro de oportunidades tanto para jóvenes como para adultos hombres y mujeres, en el que reciben una educación de calidad que les puede abrir nuevas perspectivas y permitir un cambio de vida digno.

Estudiantes

Para lograr llevar a cabo el proyecto de construcción de esta escuela laboral bastaron seis contenedores industriales, la voluntad y el tesón de un grupo de mujeres dominicanas radicadas en Suiza, el apoyo de la empresa Marítima Dominicana, representada por Marelys Howley y el trabajo responsable de la Fundación Niños Limpiabotas La Merced, con el valioso soporte, motivación, energía y tenacidad de Sor Pilar López.

¿Cómo empezó todo?

La empresa Marítima Dominicana, contactó al padre Tomás García Martín de la Fundación Niños Limpiabotas La Merced, institución que trabaja en favor de la niñez dominicana y de una comunidad libre del trabajo infantil, para preguntarle si podían utilizar seis contenedores industriales que no necesitaban. Con la idea de alguna vez convertirlos en aulas, la Fundación aprovechó el espacio al lado de la iglesia para depositar allí los contenedores, seguros de, algún día, poder beneficiar a la comunidad con ellos.

Primer contacto de la Asociación ProEducaDo en Suiza con la Fundación Niños Limpiabotas La Merced

Con estas palabras, la Presidenta de ProEducaDo Margarita Meyer-Guerrero cuenta cómo se enteró de la existencia de la Fundación y de sus proyectos:

“Mi primer flechazo de Dios disfrazado de Cupido con la Fundación Niños Limpiabotas La Merced, alcanzó mi corazón nada más y nada menos que en la terraza de mi casa en Suiza, mientras leía la revista Amigo del Hogar.

Escuela Laboral Aulas de la Esperanza.

“Ponte en mis zapatos – Campaña 2012“, – se titulaba el artículo que informaba sobre el gran éxito de la marcha organizada por La Merced, la Sociedad Civil y otras instituciones que trabajan por la niñez dominicana contra el trabajo infantil. Leí y releí el artículo,  y la frase Ponte en mis Zapatos, que me tocó el alma.  Busqué en Internet; encontré esta noticia en otros periódicos y me sentí totalmente identificada con la causa de esta gente tan acorde a la de ProEducaDo, nuestra asociación.  Curiosamente esto sucedió justo un mes después de nuestra exitosa actividad de mayo en el mercado tradicional de Gossau, nuestro pueblo, en el que acostumbramos a limpiar zapatos para recolectar fondos para financiar nuestros  proyectos de educación en la República Dominicana. Para cada actividad tenemos un eslogan y este del mercado reza: “Le quitamos el trabajo a los niños para que puedan ir a la escuela”. Para llamar la atención, lo ponemos en una pancarta con una foto de niños limpiabotas”.

Es así como en 2015 se inicia la construcción de las Aulas de la Esperanza. Para nosotras, las siete dominicanas que conformábamos la asociación en aquel entonces estaba claro que estas aulas brindarían, no solo la oportunidad de un futuro con educación a muchos jóvenes que, como los limpiabotas, realizan tareas inadecuadas para su edad, sino también un futuro libre de drogas y de los abusos de los que estos jóvenes son víctimas en las calles de nuestro país.

Escuela Laboral Aulas de la Esperanza

Estas aulas son la única esperanza que tienen muchos niños, niñas y adolescentes que viven en situación de exclusión social de las comunidades de Manoguayabo y Las Caobas. Seres humanos a los que la sociedad les ha negado su derecho a ser niños, a ser protegidos y a desarrollarse de manera sana, recibiendo una educación que los convierta en ciudadanos responsables y capaces de hacer de su entorno y de su país un mundo mejor. Por esa razón, la meta principal de las aulas es contribuir a desarrollar las habilidades, no solo de los jóvenes que acuden a ellas, sino también de sus padres, madres y tutores para que estos se eduquen, aumentando así las posibilidades de conseguir un empleo o emprender un negocio personal y no se vean en la necesidad de enviar a sus hijos a trabajar a la calle.

Participantes de un curso de repostería

Esta educación ya es realidad para 417 personas que en el año escolar 2016-2017, recibieron una formación en las siguientes áreas: Manejador de programa Office, Auxiliar de Contabilidad, Contabilidad de presupuesto, Operario de Máquina Industrial, Auxiliar de Farmacia, Costura Doméstica, Confección de Colchas y Cojines. Estos cursos fueron impartidos por INFOTEP. Aulas de la Esperanza impartió los siguientes talleres: Taller de Manualidad de Fiesta, Taller de velas decorativas, Taller de Costura Reciclada, Taller de Maquillaje Básico, Taller de Reciclaje, Taller de Cocina, Costura Básica Caritas. Esto se logró con el trabajo conjunto de ProEducaDo, Marítima Dominicana, INFOTEP y el equipo de trabajo de Aulas de la Esperanza.

ProEducaDo

ProEducaDo es una asociación apolítica, sin fines de lucro apoyada por el trabajo voluntario que realizamos durante nuestro tiempo libre, en la medida en que nuestra vida laboral y los compromisos familiares y privados nos lo permiten. Recaudamos los fondos con actividades benéficas y donaciones y, tanto los gastos bancarios, como los costos de las actividades se cubren con las entradas generadas de las actividades, mientras que las ganancias y las donaciones se envían íntegras a los proyectos que apoyamos. Antes de elegir cualquier proyecto tenemos que asegurarnos de su seriedad, transparencia y sostenibilidad, lo cual comprobamos visitando los centros que decidimos apoyar. Para nosotras es muy importante recalcar que cubrimos el costo de los viajes con nuestros propios medios, tanto a la República Dominicana como dentro de Suiza.

Acción limpiabotas mercado de flores, Gossau ZH.

Como ha dicho el Padre Tomás García Martín: “Desde la distancia, desde la voluntad, de las raíces que uno siempre lleva a través de ese corazón solidario dominicano, se ha hecho posible un sueño; se ha hecho un aporte tan grande a la comunidad. Con la voluntad de un grupo de mujeres dominicanas que sueñan con un mejor país, con una educación digna y de calidad y de una empresa: Marítima Dominicana, que se sumó a este sueño”.

¿Quién iba a decir que seis contenedores desechables se convertirían en la Escuela Laboral Aulas de la Esperanza? Tres años después, este sueño se ha convertido en un espacio de oportunidades y en un ejemplo de que la voluntad y el deseo son los ingredientes principales para lograr cambios en nuestra sociedad. Quedarse de brazos cruzados, criticando los desaciertos de nuestros gobiernos, de nuestra sociedad solo alimenta la desesperanza. Nosotras aspiramos a que este ejemplo sea una motivación y se pueda imitar en todo el país. ¡Porque cada uno de nosotros puede marcar la diferencia!

Provy Meyer-Guerrero por ProEducaDo

www.proeducado.quisqueya.ch

http://fnl-lamerced.blogspot.com/

Margarita Meyer, Tomás García, Michelle Pimentel.
Mercado del 2017, para recaudar fondos para el centro

 

Acción limpiabotas 2018