SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La noticia se ha hecho viral en las redes, pero es una noticia falsa. Un diario satírico dijo que una trabajadora de un prostíbulo de Valencia padece de coronavirus y que una vez detectada por las autoridades españolas se ordenó de inmediato una cuarentena de 86 personas, principalmente prostitutas y clientes, encerradas en el burdel bajo vigilancia médica y policial.
Incluso se aseguró en las redes sociales que novias y esposas de algunos de los clientes estaban en las afueras del burdel para verificar si eran sus parejas los encerrados en cuarentena. Todo se basó en la versión original que fue más allá en el engaño y dijo que ya una iracunda esposa había entrado en el burdel y sacado a la fuerza a su marido del lugar.
Bajo el título "No hay 86 personas en cuarentena por el coronavirus en un prostíbulo en España", el periódico Spunik advirtió que asimismo son llamativos los titulares de otros medios de prensa que creyeron en la versión y que siguen reproduciendo el bulo que, en general, mal informan lo siguiente: "Clientes de un burdel en España en cuarentena por un caso de coronavirus". Un cebo implacable para las redes sociales.
Sin embargo, es mentira: ninguna trabajadora de La selva negra, un club de alterne de Valencia (también ficticio), ha dado positivo en el virus COVID-19, originario de la ciudad china de Wuhan.
Tampoco es cierta la versión de que ese supuesto contagio haya implicado que 86 personas pasen por ese periodo preventivo. Todo es una noticia de Cerebrother, un diario digital que se denomina "satírico" y que tituló: "Una mujer saca a rastras a su marido del Puticlub en cuarentena por el coronavirus".
Cerebrother se presenta como "Polémica revista de artículos ficticios, surrealistas, insólitos y disparatados. Reír y discutir al mismo tiempo es posible en Humor Cerebrother. ¡Tenemos manteca para todos!".
El carácter cómico también es evidente en la redacción del texto de una noticia adicional que publicó: "Agentes de la policía nacional introdujeron 120 mascarillas con un dron para que la usen si les entran ganas de chingar".
