SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Luisa era una mujer de unos 34 años, de escasos recursos, embarazada y madre de tres hijos a los cuales no puedo ver desarrollarse como ciudadanos, pues a su edad fue diagnosticada con cáncer de esófago y obligada a mantener un embarazo que le costó la vida a ambos.

Los médicos tenían que hacerle un procedimiento quirúrgico para que la mujer pudiera alimentarse pero para lo mismo tenían que interrumpir el embarazo, acción penalizada por la ley dominicana. Hoy en día los tres hijos de Luisa no tienen ni a su madre ni a su hermanito.

Situaciones como esta es la que viven muchas mujeres dominicanas, especialmente de escasos recursos, las cuales no tienen la opción de realizarse un aborto seguro cuando se encuentran en una situación extrema que atenta en contra de su propia vida.

Aunque el debate de si legalizar o no el aborto en tres eximentes se ha mantenido por más de 20 años, cada cierto tiempo la discusión resurge y en esta ocasión ha llevado a que el grupo de personas que aboga por su despenalización instale un campamento indefinido frente al Palacio Nacional con el objetivo de que sus voces sean escuchadas por el jefe de Estado.

Pero, ¿qué significan exactamente las tres causales por las que se abogan? A continuación se explican con varios ejemplos:

1.  Cuando la vida de la madre está en peligro

Durante un embarazo existen complicaciones o situaciones en las que la vida de la mujer está en riesgo. Esto no se desarrolla necesariamente por el estado de gestación en sí, sino por enfermedades que están ocultas y que se descubren en el embarazo.

De acuerdo con la ginecobstetra Lilliam Fondeur, muchas de esas enfermedades requieren de procedimientos que son incompatibles con el embarazo, le hacen daño directamente al feto. Tales son los tratamientos de enfermedades como el cáncer, el cual se trata con quimioterapias.

Asimismo, el tratamiento para el lupus ya que algunas medicinas que se toman para contrarrestarlo pueden dañar al bebé. De igual manera sucede con el procedimiento para tratar una cardiopatía sistémica compleja o descompensada, la insuficiencia renal descompensada, entre otras enfermedades.

2. Cuando el feto tiene alguna malformación congénita incompatible con la vida

María tenía 14 semanas de embarazo cuando los doctores le explicaron que su bebé fue diagnosticado con holoprosencefalia alobar, es decir, no había desarrollado el lóbulo frontal del cerebro por lo que era poco probable que pudiera mantenerse vivo una vez nacido.

Ella y su pareja decidieron continuar con el embarazo pero al tercer día de nacido su bebé falleció, luego de haber pasado por una intervención médica. Hoy día, la pareja apuesta a la aprobación del aborto bajo esta causal, pues el trauma que les provocó haber pasado por esta situación es algo que no quisieran volver a repetir.

Al escuchar de esa causal muchas personas se centran en la falsa idea de que con esta excepción se busca abortar al feto que ha sido diagnosticado con síndrome de Down, labio leporino y paladar hendido o cualquier otra condición que sí aseguran la vida a un bebé fuera del vientre de la madre.

No obstante, lo que realmente se requiere con esta causal de incompatibilidad con la vida, es precisamente que las madres tengan la opción de interrumpir un embarazo cuando al feto no tiene la vida garantizada fuera del útero, como el caso de María.

Asimismo existen otras condiciones que no garantizan que el feto tendrá vida después de nacido. Por mencionar algunas, la ausencia total o parcial del cráneo, la piel que lo recubre y la masa encefálica; asimismo la hidranencefalia o ausencia de los hemisferios cerebrales y que en ciertos casos son sustituidos por sacos llenos de líquido cerebroespinal; también la agenesia diafragmática, es decir, el diafragma no formado; la formación de corazón fuera del tórax, entre otros.

Así lo explicó la doctora Hiraldy Méndez, quien además agregó que independientemente de la creencias religiosas, un diagnóstico certero de una malformación congénita repercute a nivel psicológico de la familia implicada, por lo que es muy importante el apoyo a nivel de esa área.

"Es un tema amplio y algo complicado porque hiere mucho la sensibilidad y creencias religiosas de muchas personas. Estas representan una tasa de mortalidad importante a nivel mundial. En estos casos lo recomendable es interrumpir ese embarazo luego de que se obtiene un diagnostico certero a través de diferentes estudios que confirme ese diagnostico sin equivocación", sostuvo la especialista.

De acuerdo a un estudio realizado por la revista académica Ciencia y Salud de Intec, sobre el comportamiento de la mortalidad en el hospital infantil Dr. Robert Reid Cabral, de 3,800 niños que fallecieron entre los años 2013 y 2017, 1,292 de ellos presentaron un diagnostico de defunción y de ese grupo el 40% de la morbilidad asociada era una malformación congénita.

3. Cuando el embarazo es producto de una violación o incesto

En un municipio de la provincia Monseñor Nouel, nació Mariana. Su llegada fue agridulce, pues es el fruto de una violación a su madre Laura, una adolescente de 14 años, presuntamente perpetrada por su padrastro.

Fue por curiosidad que la madre de la adolescente y abuela de la bebé, decidió llevarla al ginecólogo porque "no le bajó la regla", además que notaba que su vientre estaba creciendo.

Detrás de todo lo que implica una violación, el caso de Laura es aún más grave, debido a que presenta discapacidad cognitiva por haber convulsionado al nacer, según contó su progenitora en una entrevista que le hiciera Acento en el pasado mes de Agosto.

Aunque su físico muestra el cuerpo de una niña de 14 años, su mente tiene tres. En los meses previos al parto, los psicólogos y doctores le explicaron lo que iba a comenzar a experimentar en su cuerpo. "Le decían que tenía un chichí, que tenía que cuidarlo".

La progenitora de Laura tuvo que dejarlo todo para dedicarse a cuidar de ambos, quien al momento de la entrevista dijo no tenia un ingreso fijo y tampoco las autoridades habían logrado atrapar al responsable de aquella violación.

En República Dominicana existen muchas Laura. Solo en el 2020 se registraron 290 casos de incesto y aunque los datos no señalan cuantas niñas quedaron embarazadas como consecuencia de ese hecho, la Coalición por los Derechos y la Vida de las Mujeres entiende que el no permitir que a una niña agredida sexualmente se le pueda interrumpir el embarazo, es sinónimo de desprotección.

Entonces, las tres causales por las que aún se debate en el Congreso Nacional desde hacen mas de 20 años, busca que mujeres como Luisa, María y Laura puedan tener una opción diferente a la de un "No" en caso de que se vean en una de esas situaciones extremas.