TÚNEZ.- La decisión del partido conservador islamista "Ennahda" y del populista "Qalb Tounis", las dos principales fuerzas del Parlamento, de rechazar la propuesta del primer ministro designado, Elyes Fakhfakh, ahondó hoy la crisis de gobierno en Túnez, que se asoma aún más al inédito e incierto abismo de la repetición electoral.

Fakhfakh, antiguo ministro de Turismo y de Finanzas durante la transición, tenía previsto presentar este sábado a los medios la composición de su esperado gabinete, a cinco días de que expire el plazo de un mes que le concede la Constitución.

Sin embargo, apenas unas horas antes de que arrancara la anunciada rueda de prensa, tanto "Ennahda", que con 52 diputados es la primera fuerza de la Cámara, como "Qalb Tounis", segunda con 38, anunciaron que sus diputados votarían en contra de la confianza en caso de que el socialdemócrata demandara la aprobación a la fragmentada Asamblea.

Fakhfakh tiene hasta el jueves 20 de febrero para forjar su equipo de gobierno y después necesita una mayoría de 109 votos en un Parlamento con 217 escaños.

En caso contrario, el presidente del país, el ultraconservador Kaïes Said, debería disolver el Parlamento y convocar nuevos comicios, un escenario inédito en un país que solo tiene ocho años de experiencia democrática y está sumido en una aguda crisis económica que amenaza su frágil transición, la única exitosa de la ahora marchitadas "primaveras árabes".

Said, profesor de derecho constitucional, ha advertido que podría retorcer el texto y evitar la repetición, un opción que niegan otros constitucionalistas consultados por Efe y que no recomiendan expertos internacionales ante los efectos negativos que podría tener en la economía.

En este contexto, Abdel Karim al Harouni, jede del Consejo de Shura, máximo órgano rector de "Ennahda", advirtió el viernes que su partido no estaba por labor de otorgar la confianza a lo que denominó "un gabinete de minorías" y recomendó a Fakhfakh que flexibilizara su postura y aportara por un gobierno de concertación nacional que incluya todas las sensibilidades.

Y le pidió "regresar a la mesa de negociación e incluir las enmiendas necesarias antes de que el jueves concluya el plazo. Debe hacer mejores elecciones", subrayó.

Este sábado, apenas doce horas después, redobló su apuesta y advirtió que la formación conservadora, que ha integrado todos los gobiernos desde la caída de la dictadura de Zinedin el Abedin Ben Alí en 2011, no participará en Ejecutivo alguno liderado por Fakhfakh.

"Después de más de cincuenta reuniones y vista la terquedad del jefe de gobierno designado a la hora de responder a las propuestas del partido sobre la formación de un gobierno de unidad nacional que no excluya a nadie, Ennahda ha decidido retirarse del gabinete propuesto y no le otorgará la confianza ", subrayó Al Harouni.

La formación islamista juega con las cartas marcadas, ya que una repetición electoral podría favorecerle, en particular si sale adelante una propuesta de enmienda a la ley electoral que elevaría el umbral del 3 al 5 por ciento, lo que beneficiaria a los grandes partidos como el suyo.

En el mismo frente de rechazo se ha colocado "Qalb Tounis", el partido fundado por el populista magnate de los medios de Comunicación y candidato fallido a la presidencia, Nabil Karoui.

Hombre clave en la revolución y la transición, caído en desgracia política, Karoui optó a la presidencia en las elecciones del pasado octubre, y alcanzó la segunda vuelta pese a hacer campaña desde la cárcel, donde estuvo de manera preventiva por un presunto delito de corrupción.

"Recibí una invitación al palacio para preguntarme sobre la composición del gobierno pero la rechacé por respeto a los activistas y votantes de Qalb Tounis. Este gobierno no nos concierne. Rechazamos el proceso adoptado para su formación”, afirmó.

Fakhfakh también se ha topado con a negativa de Abir Mousa, la representante del partido de extrema derecha que defiende el legado de la dictadura de Ben Ali, y parece contar solo con el respaldo de "Attayar", la formación liderada por Mohamad Abdu, quien hoy le pidió no ceder "ante el chantaje de Ennahda" y sustituir a sus candidatos a ministro por independientes.

Si no "Fakhfakh correrá la misma suerte que Habidb Jemli", el candidato propuesto por el propio partido conservador islamista, quien fracasó tras tres meses de negociaciones fallidas, advirtió.

"La constitución no lo impone, es una opción. Said sigue de manera estricto de la constitución, no es alguien que busca interpretar los textos", explica a Efe Tarek Kahlaoui, exdirector del Instituto de Estudios Estratégicos de Túnez. sobre el abismo cada vez más plausible del adelanto electoral.

"Si su candidato es descartado puede que lo vea como una amenaza y utilice su poder como reacción hacia los partidos políticos", lo que abriría un escenario de confrontación constitucional, igualmente de desconocidas consecuencias, en un clima de emergencia económica. EFE