Fuente: Conectas.org
En República Dominicana, uno de los cinco países con las tasas más altas de feminicidios en América Latina, mujeres y niñas encuentran muchos obstáculos para ser protegidas de la violencia. A pesar de que las autoridades sostienen que estos crímenes han bajado, esta investigación de Espacio Insular detectó un subregistro de feminicidios de, por lo menos, el 25% en 2019. Pero el subregistro, que dificulta el diseño de políticas de prevención, no es el único desafío que limita el apoyo a las mujeres. Las víctimas son, en muchas ocasiones, las más vulnerables: niñas, empobrecidas y migrantes. Problemáticas de una sociedad machista como la tolerancia social al matrimonio infantil coloca a las adolescentes en gran riesgo de abuso y asesinato. Los limitados conocimientos del español y la falta de documentación de muchas migrantes obstaculizan su acceso a la Justicia.
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Uno de cada cuatro feminicidios no fue registrado como tal por la Procuraduría en 2019.
Liz María Sánchez, una niña de 9 años, ya no está con su familia. El vecino y amigo de sus padres, Esterlin Francisco Santos, la violó, la mató y tiró su cuerpo al mar Caribe, según las investigaciones preliminares. Una cámara de videovigilancia captó cuando la pequeña entró a la casa del hombre, supuestamente a buscar un celular que le había prometido. También grabó, horas después, cuando Santos salió con una funda negra en sus manos: se presume que cargaba el cadáver de Liz.
“¡Esa era mi vida, yo me quiero morir, Dios mío!”, lloraba la madre de la niña, Liselot García, mientras en el Ensanche Isabelita, en Santo Domingo Este, los vecinos protestaban contra las autoridades al grito de “¡Queremos justicia!”, en pleno toque de queda. Entendían que la Policía y la Fiscalía no habían actuado con prontitud. Cuatro días después de la denuncia de la desaparición de la pequeña, el 16 de agosto de 2020, su cuerpo no aparecía.
Velas en mano y mascarillas en la boca, las protestas del barrio se escucharon hasta el Palacio Nacional. El presidente de la República, Luis Abinader, dijo estar “muy afectado” y prometió que el país tendría un mejor plan de seguridad nacional, que contemplara acciones específicas para proteger a mujeres y niñas.
Si eres una niña, adolescente o mujer adulta residente en la República Dominicana, tienes más riesgo de morir a manos de un feminicida de tu familia o de tu entorno cercano que en actos ligados a la delincuencia. El 52% de las muertes violentas de mujeres ocurridas entre 2005 y 2019 fueron clasificadas como feminicidios, según datos de la Procuraduría General.
Pero el porcentaje es aún mayor del que admiten las autoridades, que dejan fuera de sus estadísticas casos como el de Liz María, aunque hubo violación sexual, mediaba una relación de poder entre el hombre y la niña, y no se trató de un crimen vinculado a actos de delincuencia común o a hechos accidentales.
Según el Comité de Expertas de la Convención de Belém do Pará, “los femicidios son las muertes violentas de mujeres por razones de género, ya sea que tengan lugar dentro de la familia, unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal; en la comunidad, por parte de cualquier persona, o que sean perpetradas o toleradas por el Estado y sus agentes, por acción u omisión”.
A pesar de que República Dominicana suscribe ese acuerdo internacional, la Procuraduría solo contabiliza feminicidios íntimos entre los casos oficiales, es decir, aquellos en los que el asesino es pareja o expareja de la víctima. Con base en esa clasificación, las autoridades han instalado en los medios de comunicación la idea de que los feminicidios cayeron tanto en 2018 como en 2019, una afirmación difícil de sustentar con los datos y el sistema de tipificación que utilizan.
El subregistro de feminicidios ascendió, al menos, al 25 % en 2019 y al 16 % en 2018, según detectó una investigación de Espacio de Comunicación Insular en alianza editorial con CONNECTAS y el apoyo del Internacional Center For Journalists (ICFJ).
La Procuraduría registró oficialmente 77 feminicidios o posibles casos de feminicidios (en muchos casos todavía no hay sentencia judicial) durante 2019, aunque esta investigación pudo identificar 103 casos en ese año. Mientras que en 2018 el registro oficial de feminicidios fue de 83, la cantidad que esta investigación pudo reconstruir es de, al menos, 99 casos.
Para llegar a esta conclusión se compararon las estadísticas oficiales con una base de datos propia elaborada por Espacio de Comunicación Insular, que tomó información de la Procuraduría, pero también de la Policía, los medios de comunicación y las organizaciones feministas y de mujeres como el Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF) y la Fundación Vida sin Violencia.