Tierras Altas, Panamá.- Al menos 17 personas muertas y 68 desaparecidas dejan hasta este sábado en Panamá las lluvias asociadas a la depresión tropical Eta, que causaron una devastación en el oeste del país que ha dificultado el acceso de los socorristas y generado dramáticas historias de rescate.

El ministro de Seguridad Pública, Juan Pino, actualizó este sábado la cifra de fallecidos, que ha subido en la medida que los equipos de socorro están llegando a las zonas rurales que habían quedado incomunicadas especialmente en la provincias occidentales de Chiriquí y Bocas del Toro.

Los muertos hasta ahora son 17 personas, dijo el ministro Pino en una conferencia de prensa sin precisar las edades ni sexo, mientras que se mantiene en 68 el número de "personas no localizadas", añadió.

Hay 168 aisladas o incomunicadas y 832 ha sido evacuadas o rescatadas. Las precipitaciones, que amainaron en las últimas horas, ha afectado a 2.587 personas, una parte de las cuales han sido ubicadas temporalmente en 29 albergues.

EL DRAMA DE SER RESCATADA POR UN HÉROE QUE MURIÓ

Uno de las víctimas registradas en las últimas horas es un joven próximo a cumplir los 18 años, que murió después de rescatar a la socorrista voluntaria Lucía Santamaría, quien sigue impactada por lo sucedido, como relató a Efe.

Integrante de la ONG SAR Panamá (Salvamento-Ambiente-Resilencia) en Tzingal, Volcán, Chiriquí, Santamaría contó que realizaba sus labores de rescate cuando estuvo a punto de quedar enterrada en lodo pero fue socorrida por el adolescente, al que "se lo llevó otro deslave".

"Lo digo con mucho dolor y también con mucho orgullo, porque el muchacho que lastimosamente falleció me ayudó a mi también, y lastimosamente él regresó a buscar, creo que a un tío, y pues no pudo salir", narró.

Lo sucedido, confesó Santamaría, la tiene "tan bloqueada que no tengo hora ni nada, a mí me pegó muy fuerte lo del muchacho (…) porque me salva, porque él me vio a mí cuando caí en ese hueco hasta arriba de la pierna en lodo, él me dio su mano, y regresar y no encontrarlo es muy triste".

Los socorristas han difundido vídeos en los que se les ve colgados de cuerdas atravesando fuertes caudales de agua con niños en brazos, o subiendo empinados caminos montañosos enlodados con personas a hombros.

UN PANORAMA DESOLADOR

En la comunidad de Bambito, una de las más afectada por inundaciones, el lugareño Carlos Iván Pitty contó a Efe que sus vecinos lo perdieron todo, sus casas y pertenencias.

"Hay cosas que no sirven. Sí, han perdido bastante", dijo Pittí, que relató que su vivienda se salvó pero la de su primo "se la llevó (el deslave), por toda la mitad, perdió eso".

Pitty destacó que la producción agrícola en Tierras Altas, la gran proveedora de hortalizas y legumbres del país, ha sufrido incalculables pérdidas.

El Ejecutivo del presidente Laurentino Cortizo aprobó 100 millones de dólares para destinarlos "de manera inmediata a atender la situación" en 7 de las 10 provincias del país y en la comarca indígena Ngäbe Buglé en las que este sábado se declaró "el estado de emergencia ambiental".

Los recursos son necesarios porque en las áreas afectadas existe "una situación crítica en la producción agropecuaria, y infraestructura pública y privada", dijo un comunicado oficial.

Las autoridades informaron este sábado de que trabajan en el despeje de vías para el rescate de personas y la recuperación de la cadena de suministros. EFE