“No voy a bajar la cabeza, no”, declaró Mónica Moura al momento de sonreír y caminar con las manos cruzadas en sus espaldas, mientras era seguida por su esposo Joao Santana, quien prefirió guardar silencio, aunque mantuvo su cabeza erguida. Santana y Moura fueron apresados en Brasil tras llegar procedentes de República Dominicana para responder a una acusación de corrupción y lavado que les hace la Policía Federal y el Ministerio Público en relacion con el caso Lava Jato (Lava Auto).
Ambos aparecieron con las manos hacia atrás, porque es una recomendación de la Policía Federal. No fueron esposas, de acuerdo con la nota periodística de O Globo.
Moura y Santana llegaron por el aeropuerto de Guarulhos, de Sao Paulo, en vuelo de la línea aérea brasileña Gol procedente de Punta Cana, República Dominicana. Desde allí fueron llevados a Curitiba en un avión de la Policía Federal.
El diario O Globo, de Brasil, reporta este miércoles sobre la llegada y apresamiento del asesor de campañas electorales, Joao Santana, y su esposa, Mónica Moura, procedentes de la República Dominicana, donde se encontraban en trabajo profesional, asesorando al presidente Danilo Medina, quien aspira a la reelección presidencial.
Mónica Moura, la esposa de Santana, sonrió en la puerta del Instituto Médico Legal, de Curitiba, donde fueron llevados ambos en la tarde del martes, para un exámen denominado del cuerpo del delito, y que procede tan pronto se produce el apresamiento de una persona. Santana y su esposa fueron apresados en la mañana del martes al llegar a Brasil, procedentes de la República Dominicana.
Joao Santana, seguido del delegado de la Policía Federal Igor de Paula, quien coordina las investigaciones de Lava-Jato, descendió del avión sin tableta electrónica y sin teléfono celular.
El publicista y su mujer fueron llevados a prisión temporal, dispuesta por el magistrado Sergio Moro, del 13avo Juzgado Federal de Paraná, en la 23ava fase de la operación Lava-Jato.
Santana fue el coordinador de las campañas electorales que llevaron a Luis Ignacio Lula Da Silva y a Dilma Rousseff a la presidencia, y que supusieron un recibo irregular de 7.5 millones de dólares en cuentas en el exterior entre el 2012 y el 2014. Los valores habían sido pagados a través de un esquema de propinas, por la empresa offshore Klienfeld, identificada como uno de los caminos de propina de Odebrecht en el exterior. Se entiende que los pagos fueron realizados por servicios electorales al Partido de los Trabajadores, en el gobierno.
Después de la decretada prisión para Santana y su esposa, el asesor se encontraba en la República Dominicana y renunció a su labor, mediante una carta en español, dada a conocer el lunes en la tarde. Dice Santana en esa carta que Brasil está viviendo un clima de persecución y que las acusaciones en su contra son infundadas y demostrará que no es culpable.