SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El domingo 18 del mes en curso cuando Melvin Durán y un amigo estaban sentados conversando en las escaleras que dan frente al Alcázar de Colón, en la Plaza España. Aroximadamente a las 9:50 de la noche una patrulla policial se detuvo y decidió arrestarlos por el "delito" de "parecer" homosexuales.

“Nos forcejearon, nos dijeron improperios muy fuertes y discriminatorios con la premisa de que éramos homosexuales”, dijo la víctima de este hecho, que viola todos los derechos civiles, humanos y tratados internaciones a los que está suscrito el país sobre la discriminación.

Relato de una víctima de discriminación y abuso policial

A eso de las 9:50 de la noche estaba frente al Alcazar conversando con un amigo, había un sinnúmero de personas porque era temprano y de repente  se aproxima un motor de la policía, pero nosotros lo que menos pensamos es que venían hacia nosotros, se aproximan estas dos personas y dice uno “esto si se jodió, dos maricones hablando aquí en un lugar público”.

Sin aún entender qué pasaba, los policías empezaron a decir un sinnúmero de improperios e insultos, “por eso es que esta sociedad está así por permitir toda esta vagabundería”, dijo el policía, yo les pregunto ¿Qué está pasando? no estamos cometiendo ningún delito, y me dice:

“¡Esto se va a acabar, aquí los maricones no van a hacer lo que les dé la gana!”.

Empezaron a tratarnos como mujeres, a referirse a nosotros en términos femeninos, a señalarnos y forcejearnos por las manos.

Como me niego a montarme porque entiendo que yo no he hecho nada malo dice uno (de los policías):

“Entonces vamos a sacar la pistola”.

Montan a mi amigo a la mala en un motor, lo forcejean, conmigo hacen lo mismo y nos llevan a un destacamento.

Dentro del destacamento, en la Fortaleza Ozama, les pregunto que por qué estamos ahí, y uno de los policías que nos detuvo me dice:

“Bueno si tú quieres una excusa (de) por qué estar aquí, (habló dirigiéndose a un agente que hacía de secretario), ponle ahí que ellos estaban teniendo sexo oral en el parque Duarte".

Yo quedo en un estado de “Shock” (por la mentira del policía). Y así nos menten a un cuartito donde está ese señor que escribe y ahí nos tienen (juntos) con un grupo de delincuentes, atracadores y prostitutas y empiezan a llenarnos una nota que ellos les llaman “la entrada al detenido”.

A partir de ahí yo empiezo a llamar a un sinnúmero de personas para que hagan algo, porque me parece injusto estar ahí, aunque sólo me dan derecho a una llamada.

Una amiga discute con ellos y el policía empieza a burlarse durante todo el proceso de nosotros. Y el comandante Serna dice:

“Lo que tienen que hacer es llevarlos a uno de los destacamentos que están en San Carlos o en la Duarte para que los tranquen con los tipos rudos y los violen y los conviertan en hombres, los hagan varones y dejen de ser hembritas”.

Pasado esto buscan una guagua de POLITUR (Policía Turística), nos montan y nos llevan al Palacio de la Policía Nacional, nos levantan un acta y un supuesto diagnóstico médico. Porque, a todo esto, yo me operé de la cabeza hace tres meses y debo tener cierto cuidado.

De ahí nos llevan al destacamento de San Carlos para encerrarnos en el calabozo, pero ninguno de los guardias (sic) que estaban ahí quiere hacerse cargo de presos que ellos no hayan detenido y porque la cárcel también estaba llena.

Nos montan de nuevo en la guagua y nos llevan al destacamento de la Duarte, que está frente al Parque Enriquillo, pero tampoco nos quieren recibir y nos devuelven a la Fortaleza Ozama.

Pasaron las dos, tres, cuatro de la mañana y empiezan a despachar personas porque pagan dinero, despachan a un tipo que iba con una pasola oscura (motocicleta), a un haitiano que no tiene documentación.

Entonces le dice uno de los policías que por qué no nos despacha a nosotros, (refiriéndose al comandante), que no habíamos hecho nada malo, y él le dice:

“Porque me da la gana” y porque él consideraba que “ser maricón es peor que ser delincuente en este país”.

Despacharon a todo el mundo, a las 4:00 de la madrugada yo quiero ir al baño y ahí no hay baño, entonces el policía me dice:

“Si tú quieres ir al baño, aguanta como un hombre, como yo, que yo aguanto”.

A las 8:00 de la mañana nos dicen que viene un supuesto relevo del comandante y  nos iba a despachar. Esta persona no aparece hasta las 10:00 de la mañana, a esa hora se aparece un amigo y les dice que va a buscar un abogado a ver qué va a pasar con mi situación particular.

El policía se hace el desentendido y dice: “yo los voy a dejar ahí hasta que me dé la gana”, ese se llama comandante Lupe, creo.

A las 11:00 de la mañana me empieza a dar una especie de crisis nerviosa y yo empiezo a llorar desconsoladamente, porque hay algo que yo odio y es la claustrofobia, y estar encerrado en un lugar por algo que yo no he cometido, a mí me desespera un poco.

Cuando ven que me da la crisis nerviosa empiezan a intervenir otro grupo de personas y aparece uno de los policías que me detuvo y dice que él lo lamenta, que nos vio y no estábamos haciendo nada pero que inventó eso para que nos encerraran.

Casi a las 12:30 cuando un amigo empezó a meter presión y a decir que iba a ir a la Comisión de Derechos Humanos, nos liberaron.

Policías Identificados

Melvin afirmó que no puede identificar los nombres de todos los involucrados ya que algunos no fueron mencionados y otros no los recuerda.

Sin embargo, este hecho no permite que borre de su mente los nombres del Comandante Serna, quien era la cabecilla del destacamento y quien pidió su transferencia a los destacamentos de San Carlos y la zona comercial Duarte para que fueran abusados sexualmente.

También recuerda a Terrero, quien intentó extorsionarlos pidiéndoles dinero para liberarlos. Ambos vestidos con el uniforme de Camisa blanca y pantalón azul oscuro de la Policía Turística, (POLITUR).

La iglesia católica y la homofobia

"Es muy común que se hostigue y se discrimine a la comunidad homosexual, sobre todo en la Zona Colonial porque ahí existe un peso muy importante dentro del país que es el peso de la iglesia católica", explicó Duran.

Este joven cineasta egresado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y abogado de la Universidad del Caribe, entiende que la iglesia católica ejerce presión sobre las autoridades, hecho que les da la libertad a los policías de creerse que pueden hacer lo que quieran, porque tienen una concepción que se les irradia desde el catolicismo.

Melvin, quien hace un mes regresó de realizar estudios de Cine, Televisión y Medios Interactivos en Madrid, España, afirmó es una persona que siempre ha vivido su homosexualidad muy abiertamente y respetando a los demás.

“Toda la vida me he enfrentado a la homofobia de este país, creo que el problema de la homofobia es un adorno, en un país donde la textura de pelo y el color de piel nos representan un problema de identidad nacional”, dijo con indignación.

Manifestó que las acciones negativas que se comenten en el país, de tanto repetirse son aceptadas dentro de la normalidad, pero en este caso decidió no tolerar porque entiende que las personas pueden tener diversidad de pensamiento pero no cohibir la libertad de los que obran de otra manera.

Acción legal

Considerando que en el país no encontraría gran apoyo, Melvin y su amigo, víctimas del abuso policial, han decidido tramitar el caso a través de ONG y organismos internacionales que se dediquen especialmente a dar apoyo a las comunidades de LGTB (Lesbianas, Gay, Transexuales y Bisexuales).