SANTO DOMINGO, República Dominicana. – En un 12.2% de los hogares donde una mujer es la principal generadora de ingresos hubo una pérdida permanente de empleo por COVID-19, frente al 7.8% de hogares donde el principal generador de ingresos era un hombre, según los resultados de la encuesta de impacto socioeconómico (SEIA).
El estudio es realizado por agencias del Sistema de las Naciones Unidas en colaboración con el Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN) y 28 ONGs que conforman la Red Actúa.
En lo que tiene que ver con la suspensión o pérdida temporal de empleo, el 19.2% de hogares donde la principal generadora de ingresos era una mujer fue afectado por una pérdida temporal de empleo o suspensión, frente al 18.6% en hogares donde el principal generador era un hombre.
En el 30.2% de los hogares donde una mujer es la principal generadora de ingresos se reporta una disminución de los ingresos, mientras que este valor es de 40.3% para los hogares en los que un hombre es el principal generador.
Con la investigación se encontró que el 54.9% de los hogares en los cuales hubo pérdida permanente de empleo, percibía alguna otra fuente de ingreso (apoyo de un familiar en el país, remesas u otro). Este valor es de 58.4% para los hogares donde una mujer es la principal generadora de ingresos, y de 51.9% para aquellos en los que es un hombre.
Perfil de los hogares encuestados
La mayoría de los hogares encuestados (51.2%) reportó tener jefatura femenina, lo que confirma la tendencia de aumento observada en ENHOGAR 2005-2018. En los hogares encuestados, la jefatura no siempre coincidió con la persona identificada como principal generadora de ingresos, que se definió como aquella cuyas ganancias son la principal fuente de apoyo para el hogar y sus dependientes.
Los datos indican que las mujeres consideradas jefas de hogar tienen un perfil educativo más alto que los hombres jefes de hogar. El 17.6% de estas alcanzó educación universitaria frente a 11.4% de los hombres, y el 1.1% alcanzó educación post-universitaria frente al 0.8% de los hombres.
Sin embargo, la encuesta también encontró que, independientemente de la jefatura y de los niveles educativos alcanzados por el o la jefa de hogar, en 64.7% de los casos el principal generador de ingresos es un hombre.
De igual forma, se evidenció que los hogares con jefatura femenina concentran una mayor proporción de personas en situación de vulnerabilidad asociada a la salud.
Hogares en situación de vulnerabilidad
Los efectos del COVID-19 en la disponibilidad y acceso a alimentos han afectado ligeramente más a los hogares con jefatura femenina, indica el estudio. La preocupación por no tener suficientes alimentos se presentó en el 78.8% de los hogares liderados por mujeres y en el 74.4% de los encabezados por hombres.
Igualmente, en el 38.6% de los hogares de jefatura femenina se presentó la necesidad de reducir las porciones, frente al 35.8% de los de jefatura masculina. En el 27.6% se redujo el número de comidas por día y en el 4.0% se pasaron días enteros sin comer.
Violencia en el confinamiento
En cuanto a la violencia, la información levantada recoge una baja incidencia del conocimiento de casos de violencia en la comunidad, y la cifra no varía de acuerdo con el sexo de la persona informante. El 6.7% de los hombres y el 6.8% de las mujeres respondió tener conocimiento de algún caso de maltrato o violencia doméstica en su comunidad.
Con relación al conocimiento de líneas de atención para casos de violencia de género e intrafamiliar, la mayor parte de las mujeres encuestadas (66.5%) conoce el 9-1-1. Sin embargo, solo el 15.8% conoce la Línea Mujer y apenas 3.4% dijo conocer la Línea Vida.