Brasilia, 28 abr (EFE).- El expresidente y senador brasileño Fernando Collor de Mello comentó hoy su absolución de los cargos de corrupción que en 1992 le llevaron a renunciar al poder y pidió una "reflexión profunda" sobre la política y el Poder Judicial.

"Después de más de dos décadas de expectativas y de injusticias, ¿quién me devolverá ahora todo lo que perdí?", preguntó Collor desde la tribuna del Senado, al recordar que la semana pasada fue absuelto de "todas, absolutamente todas las acusaciones".

Collor de Mello fue elegido presidente de Brasil en 1989, cuando derrotó a Luiz Inácio Lula da Silva en los que fueron los primeros comicios directos celebrados en el país tras una dictadura que se prolongó 21 años, entre 1964 y 1985.

Asumió el poder en marzo de 1990, pero en octubre de 1992 se vio obligado a renunciar, en momentos en que el Congreso, que se había volcado en su contra en medio de un sonoro escándalo de corrupción, se aprestaba a votar en favor de su destitución.

El Parlamento, sin embargo, le privó de sus derechos políticos por un período de ocho años, pese a que en 1994 fue absuelto por el mismo Tribunal Supremo de unos primeros cargos de corrupción, que estaban relacionados con la recaudación de fondos para su campaña.

No obstante, desde entonces quedaron pendientes otros cargos de malversación, falsedad documental y corrupción pasiva, por los que fue absuelto la semana pasada y que estaban relacionados con supuestos desvíos de dinero público ocurridos durante el tiempo que permaneció en el poder.

Esas imputaciones fueron juzgadas el pasado jueves por la Corte Suprema, que le absolvió de todos los cargos.

Collor aseguró hoy que durante esas dos décadas perdió su mandato, el "compromiso público" que asumió como presidente y su "tranquilidad", así como se vio obligado a aprender a lidiar con la "recurrente duda" sobre su honestidad.

"Nada más inhumano para quien siempre tuvo la conciencia limpia y tranquila", declaró el exgobernante, quien lamentó el "padecimiento" y "angustia" que dijo haber sufrido durante los últimos 22 años.

Collor aseguró que, tras ser objeto de "50 procesos judiciales", se siente la "persona más investigada del país" y que ahora tiene "pleno derecho" a decir que fue víctima de "meras ilaciones", de "acusaciones falsas y adulteradas" y de "testimonios de mequetrefes" que no pudieron ser comprobados.

También protestó por el "gravísimo y tenebroso 'modus operandi'" de la Procuraduría General, que actuó como parte acusadora, y las demoras del Poder Judicial, que necesitó dos décadas para "llegar a la verdad".

Collor de Mello volvió a la política en 2002, cuando se presentó sin éxito como candidato a gobernador de su estado natal de Alagoas.

Cuatro años más tarde fue elegido senador por ese mismo estado y desde entonces ocupa un escaño en la Cámara alta en representación del Partido Laborista Brasileño (PTB, por su sigla en portugués), al que se afilió en 2008. EFE