SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El ex presidente de la Organización Nacional de Empresas Comerciales (ONEC) criticó que el presidente Leonel Fernández haya comparado a la educación dominicana con la de países del primer mundo “que ya tienen sus necesidades básicas resueltas”.
Para Pedro Pérez González, está claro que en esas naciones desarrolladas no se puede esperar que el aumento de la inversión revolucione la calidad de la educación.
En República Dominicana, sin embargo, donde hay un déficit de 16, 000 aulas y 2,500 escuelas, puede tener un efecto positivo cualquier aumento en el presupuesto para educación, según Pérez.
“No podemos pretender querer justificar que no hace falta aumentar el nivel de inversión cuando el nivel de inversión nuestra està en menos de la mitad de lo que es el promedio de la regiòn con respecto al Producto Interno Bruto. Región con la que estamos compitiendo abiertamente”.
A su entender, el presidente debió ser más específico y decir cuáles son los planes para mejorar el sector educación. Pérez, no obstante, tiene esperanza de que la nueva titular del Ministerio de Educación tenga planes orientados a aumentar el nivel de inversión y la eficiencia en esa área.
“No podemos pretender querer justificar que no hace falta aumentar el nivel de inversión cuando el nivel de inversión nuestra està en menos de la mitad de lo que es el promedio de la regiòn con respecto al Producto Interno Bruto. Región con la que estamos compitiendo abiertamente”.
“En el aspecto de la educación -dijo el empresario- entendemos que se quiso hacer una comparación con países como Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, países que ya tienen sus necesidades básicas cubiertas en cuanto a infraestructura y en cuanto a materiales en la educación”.
El dirigente empresarial se refiere a la posición que manifestó el presidente Leonel Fernández en el discurso de rendición de cuentas que pronunció el pasado domingo ante el Asamblea Nacional.
En su alocución, el mandatario dedicó 10 de 52 páginas a justificar el porqué de su negativa a otorgar un 4 por ciento del Producto Bruto Interno a la educación.