SANTIAGO.-Moradores de Villa Bao, en el distrito municipal de Hato del Yaque, emplazaron al Gobierno para que en un plazo de  no más de 10 días,  termine los trabajos que realiza para mejorar el suministro de agua potable, servicio que han esperado por 30 años.

Activistas de juntas de vecinos, clubes comunitarios, políticos y sociales, advirtieron que convertirán la espera en acciones muy contundentes para salir a calles  y hacer valer sus reclamos con los métodos que sean necesarios, si las autoridades no acceden a su llamado.

“Esos 10 días son  para que el Gobierno termine de resolver el problema del agua potable en Villa Bao, para  lo cual se instalan unas tuberías, con la cual al  menos se mitigaría la calamitosa situación que vivimos”, dijo Dionicio Jerez (0009-0013), vocero de los grupos que encabezan los reclamos.

“Nosotros hemos sido las víctimas de todos los gobiernos desde 1983, porque si nosotros aportamos el agua, es una injusticia, que se nos haya dejado fuera de un sistema de agua de calidad, en estos 30 años que llevamos viviendo en Villa Bao”, afirmó Jerez.

El dirigente comunitario dijo a Acento.com.do, que  ya están cansados de escuchar las mismas peroratas de los oficialistas de turnos, quienes luego de llamar a consenso, hacer reuniones y prometer “villas y castillos”, abandonan el barrio, para reaparecer en tiempo de elecciones, con nuevos proyectos, pero sin soluciones de soluciones.

Jerez afirma que por tres décadas los moradores de Villa Bao han deplorado que fueran sacados de zonas productivas en la Cordillera Central, donde tenían agua en abundancia y tierra fértil, para ser reubicados en los terrenos más áridos de Santiago, donde nunca han tenido agua potable y han tenido que estar en protestas contantes para logra  al menos  arreglen sus calles.

Han visitado la sede de la  Gobernación de Santiago en decenas de ocasiones, han hecho “piquetes”, misas, viacrucis, marchas y todo tipo de manifestación, pero sus necesidades son cada vez más precarias.

 

Villa Bao, fue fundado con las familias de 24 comunidades de la Cordillera Central, donde se construyó el proyecto Hidroeléctrico Taveras-Bao-López Angostura, en la proximidad de los municipios de Jánico y Sabana Iglesia.

Sus demandas por agua potable,  son históricas, lamentablemente, las promesas de los gobiernos  también.

Juan Peña presidente del Club de Jóvenes,  advierte que esta vez, los moradores de Villa Bao, están dando  plazo de 10 días para que las autoridades presenten una solución a sus problemas de agua potable, debido a que según describió  hay unos trabajos muy adelantado, que no han sido terminado porque los responsable de estos lo abandonaron.

“Hay una tubería de impulsión que está prácticamente terminada, para sustituir la  tubería vieja que se explota toda la noche, solo falta empalmarla en el tanque y en la bomba y poner algunas piezas que faltan”, afirmó Peña, quien clama por una solución cuanto antes, porque mucha gente enferma por consumir agua no apta.

Historia.

Han transcurrido 30 años, luego que 450 familias campesinas fueron sacadas de las tierras fértiles y de bonanzas en la Cordillera Central, para dar paso al proyecto del embalse Tavaera-Bao, en 1983.

La responsabilidad de trasladar este colectivo humano a lo que hoy se conoce como Villa Bao, en una de las zonas más deprimidas de la provincia de Santiago,  se anotó  al  gobierno del presidente Salvador Jorge Blanco, quien heredó el proyecto hidroeléctrico, de su antecesor, Silvestre Antonio Guzmán Fernández.

Los fundadores de Villa Bao, recibieron tierras en su nuevo habitar, al algunos en tierras irrigables, otros no corrieron con buena fortunas, porque su ubicación fue en terrenos áridos y no recibieron el apoyo esperado de las autoridades para la explotación agrícola.

Tres décadas después, Villa Bao, es un barrio, preñado de precariedades, vividas por los originarios de las 24 comunidades del área de  influencia del embalse y más de una generación,  que ha nacido en ese lugar.

No tienen agua potable y no han podido ganar la batalla, por el arreglo de sus calles. Han exigido sus derechos con métodos pacíficos y otros no tanto, con los cuales han llegado a la quema de neumático, obstrucción de vías, así como paralización de vías.