SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El embajador haitiano en República Dominicana confió en que su país saldrá de la actual crisis que atraviesa luego del asesinato de su presidente Jovenel Moïse, porque “no es la primera crisis que enfrenta el pueblo haitiano”.
En tal sentido, Smith Augustin destacó que su país avanza y que se debe esperar las decisiones que tome el primer ministro Ariel Henry para estabilizar el país y para que las elecciones se puedan realizar en septiembre próximo como han establecido las autoridades.
“Esa (realizar elecciones en septiembre), todavía es la agenda que se maneja y esperamos que pueda dar resultados”, aseguró.
El diplomático también resaltó que las investigaciones en torno al asesinato de Moïse están avanzando e informó que cada dos o tres días la Policía rinde informes del caso.
Consideró que es un deber nacional hacer justicia, tanto para el pueblo haitiano como para la familia y el propio presidente asesinado.
“Es un deber hacer justicia para el pueblo haitiano, para la familia, para el propio presidente… Es un deber nacional, tenemos que darle justicia”, indicó.
Igualmente, Augustin destacó la solidaridad demostrada por República Dominicana hacia su país.
“Un país necesita a sus propios ciudadanos para enfrentar sus problemas, pero más allá de eso, estamos abiertos a todo tipo de cooperación, incluso la ayuda de República Dominicana como país hermano, vecino… Ha estado muy solidario con nosotros en todos los momentos”, expresó.
Augustin habló este jueves antes del inicio de una eucaristía en la iglesia Las Mercedes, en la Ciudad Colonial, en memoria de Moïse.
Allí, el embajador expresó que “lo que ha pasado en Haití es que han matado a un hombre, pero no han podido asesinar las ideas de progreso y bienestar social por el que soñó y luchó el presidente Jovenel Moïse”.
Sostuvo que “siguen vivos los sueños del Hombre porque nadie puede volver a cerrar los ojos de un pueblo cuyos enemigos les han sido identificados. Siguen vivos los sueños del Hombre, porque hasta la victoria siempre iremos, ya que el pueblo haitiano no puede más con el egoísmo ni con la profunda insensibilidad de los más favorecidos”.
El oficio religioso fue presidido por fray Sainclus Jodelet, quien destacó la sed de justicia del pueblo de Haití y condenó el crimen.
El padre Jodelet, de la Orden de los Frailes Menores, clamó por justicia contra el magnicidio e hizo un llamado al diálogo, la paz y la reconciliación en Haití.