Grupos de derechos humanos ya habían advertido que la decisión podría dejar a decenas de miles de personas de ascendencia haitiana apátridas.

Sin embargo, República Dominicana dice que está tratando de "regularizar" la situación de los inmigrantes indocumentados a su país.

Aseguró que proporcionaría los migrantes con permiso de residencia temporal.

 

Preocupación internacional

El embajador dominicano en Londres, Federico Cuello Camilo, le dijo a la BBC que no habría "deportación masiva" de trabajadores indocumentados desde República Dominicana, a raíz de la sentencia.

La decisión del Tribunal Constitucional Dominicano se publicó en septiembre en respuesta a una demanda presentada por la hija de de inmigrantes haitianos nacida en República Dominicana, a la que le había sido denegada una tarjeta de identidad dominicana.

"En Haití es muy costoso conseguir papeles y no veo ninguna ONG plantear esta cuestión en el ámbito internacional"

Federico Cuello Camilo, embajador dominicano en Londres

Los jueces tomaron esa decisión debido a que sus dos padres eran inmigrantes indocumentados considerados como "en tránsito" en el país, por lo que no tenía derecho automáticamente a la nacionalidad dominicana.

La decisión causó indignación entre los 450.000 inmigrantes de ascendencia haitiana en el país, muchos de los cuales se consideran dominicanos y no tienen papeles haitianos.

La llamaron "racista" y acusaron a República Dominicana de discriminar a los inmigrantes haitianos, que a menudo trabajan en empleos mal remunerados y poco calificados.

La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos dijo estar "muy preocupada" ya que esto "puede privar a decenas de miles de personas de nacionalidad, casi todos ellos de origen haitiano y tener un impacto muy negativo en el resto de sus derechos".

Sin embargo, Cuello dijo que República Dominicana estaba "tratando de poner la casa en orden" y que habría un plan para "regularizar la situación de todos los migrantes, independientemente de su nacionalidad".

"Temores infundados"

Manifestante en República Dominicana

El polémico fallo generó una ola de protestas tanto en Haití como en República Dominicana.

El embajador comentó que, contrariamente a los temores expresados por los grupos de derechos humanos de que los migrantes indocumentados podrían enfrentar la discriminación e incluso la deportación, la decisión sería "positiva".

Dijo que para los trabajadores indocumentados se emitirán tarjetas de residencia temporal y que incluso para aquellos que carecen de documentación, se seguirá dando acceso a la salud del país y los servicios educativos.

Cuello aseguró que los trabajadores migrantes seguirán siendo bienvenidos en República Dominicana de los que "atesora su compromiso con el trabajo duro".

República Dominicana y Haití comparten la isla de La Española y desde el comienzo del siglo XX, cientos de miles de haitianos han cruzado la frontera hacia el vecino país, con la esperanza de escapar de la pobreza rampante de su tierra natal para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar y en la industria de la construcción.

Documentos caros

Ante las críticas hechas por el organismo de la ONU y los cuerpos regionales como Caricom de que el fallo del tribunal constitucional podría dejar apátridas a cientos de miles de personas que se consideran a sí mismos dominicanos, Cuello dijo que dependía de sus países de origen el que emitieran a sus ciudadanos los documentos pertinentes -y que fueran asequibles.

"En Haití es muy costoso conseguir papeles y no veo ninguna ONG plantear esta cuestión en el ámbito internacional", dijo.

"República Dominicana está asegurando que en nuestro lado de la frontera los procedimientos sean transparentes y no discriminatorios y espera que esto conducirá a las autoridades vecinas a hacer su parte", añadió.

Cuello también pidió a la comunidad internacional analizar por qué tantos haitianos estaban dejando el país en busca de trabajo en República Dominicana.

El diplomático aseguró que muy poco del dinero prometido por todo el mundo para ayudar a la reconstrucción de Haití -tras el devastador terremoto de 2010- había llegado a su destino.