SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El embajador de la República Dominicana ante el Reino Unido, Federico Cuello Camilo, refutó las afirmaciones del académico argentino Santiago Cantón, director del Centro Robert F. Kennedy, quien calificó la sentencia 168 del Tribunal Constitucional dominicano como de “ciencia ficción”.
Cantón, viejo amigo de Leonel Fernández, también criticó el cambio ideológico que ha experimentado el ex gobernante dominicano, a quien le aconsejó que retornar a los sueños de libertad y justicia que tenía antes de pactar con Joaquín Balaguer en 1996.
El doctor Federico Cuello Camilo, al responder el artículo publicado por Cantón en el diario español El País, sostiene que que apenas 30 de los 194 miembros de la ONU aplican incondicionalmente el jussoli para definir quiénes son sus nacionales.
Subraya que entre los otros 164 países están Costa Rica, Haití, República Dominicana y toda la Unión Europea.
A continuación el texto completo del embajador dominicano, enviado a Acento.com.do:
Respuesta de Federico Cuello Camilo, Embajador Dominicano en Londres al
Director del Robert F. Kennedy quien califico la sentencia TC 168-13 como decisión de ciencia ficción.
Santiago Canton, Director Ejecutivo del Centro Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanosen Washington, DC, apela a los epítetos y a la ciencia ficción en “La máquina del tiempo dominicana” (El País, 15 de noviembre 2014) para criticar la Corte Constitucional Dominicana así como la 57ma. “Cátedra de las Américas”, pronunciada recientemente en la OEA por Leonel Fernández, Presidente de mi país durante 1996-2000 y 2004-2012.
Nada dijo el prestigioso profesor de Georgetown sobre el hecho incontrovertible de que apenas 30 de los 194 miembros de la ONU aplican incondicionalmente el jussoli para definir quiénes son sus nacionales. Entre los otros 164 países están Costa Rica, Haití, República Dominicana y toda la Unión Europea.
Es por ello que el reciente fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra mi país ha sido abrumadoramente rechazado tanto por nuestra sociedad como por los tres poderes del Estado. El que un organismo supranacional pretenda imponer mediante sentencia la aplicación del jussoli incondicional sin que ello se derive de ninguna obligación internacional en la materia—contradiciendo ademásnuestra Constitución—permite entender la baja tasa de cumplimiento de sus sentencias.
Nada dijo el gran conocedor de la literatura de ciencia ficción estadounidense sobre el hecho incontrovertible de que 15 de los 34 miembros de la OEA desconocen la competencia de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, entre los cuales Canadá, los EE UU y la gran mayoría de miembros de CARICOM, incluyendo San Vicente y las Grenadinas, país que, paradójicamente, ha liderado las críticas a la República Dominicana.
Quizá por ello sean esos mismos 15 países los que mayores dificultades presentan en las Américas a la migración.
La legislación dominicana se aplica sin discriminación. Al ejecutar la Sentencia 168/13 de nuestra Corte Constitucional, el Presidente Danilo Medina demuestra su compromiso con el imperio de la ley y la separación de poderes,regularizando la situación de inmigrantes indocumentados y sus descendientes provenientes de 119 países diferentes.
Al extender los plazos de este proceso, el Presidente Medina ha dado más tiempo a las autoridades haitianas para que expidan la documentación de la cual carecen tantos millones de haitianos dentro y fuera de Haití. Con ello asegura el trato humano que merecen ante la indefensión de la emigración sin documentación, causante último de situaciones de apatridia que se nos quieren endilgar.
Será sólo evaluando objetivamente nuestros actos y leyes a la luz de los hechos—y no apelando a la ciencia ficción y a los epítetos—que el Centro Kennedy podrá considerar algún día apartarsedel coro de críticos interesados en que la migración haitiana siga fluyendo exclusivamente hacia la República Dominicana—el país del Caribe en donde encuentran educación, empleo y servicios de salud sin que los acusemos de hacer “turismo de servicios sociales”.
Quizás entonces encontraráel Centro Kennedy que será más relevante defender los derechos civiles, humanos y políticos de los haitianos en su propio país, tan necesitados como están de un sistema de partidos, de elecciones regulares, de la separación de poderes y del imperio de la ley, prerrequisitos todos de ese desarrollo humano sostenible y equitativo pendiente desde hace ya más de dos siglos, sin el cual jamás se podrá detener ni mucho menos revertir la migración ni en Haití ni en ningún otro país.
Muy atentamente,
Federico Alberto Cuello Camilo, PhD
Embajador de la República Dominicana en Londres
16 de noviembre de 2014
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