SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Con motivo de cumplirse sesenta años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre el Reino de Marruecos y la República Dominicana, entrevistamos al embajador del Reino de Marruecos en Santo Domingo, señor Zakaria El Goumiri, quien resaltó la fortaleza de estos vínculos y su importancia para ambas naciones.

Presidente Luis Abinader y Zakaria El Goumiri, embajador del Reino de Marruecos en la República Dominicana.
Presidente Luis Abinader y Zakaria El Goumiri, embajador del Reino de Marruecos en la República Dominicana.

El Reino de Marruecos y la República Dominicana celebraron el 15 de diciembre de 2020 el 60 aniversario del establecimiento de sus relaciones diplomáticas, ¿Cómo ve usted la evolución de las relaciones entre ambos países en estos últimos años?

Se trata una mayor etapa en nuestras relaciones, que corona toda la voluntad y el trabajo de las autoridades de los dos países para fortalecerlas significativamente. Durante estos años, nuestros dos países han experimentado importantes desarrollos. Los desarrollos económicos y sociales, acompañados de un desarrollo estructural y un vínculo de cooperación más profundo con nuestros socios de siempre, hacen que en la actualidad, nuestros dos países no sean solo amigos, sino también socios de una visión futurista, estratégica y duradera.

La visita de Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios le Asista, en República Dominicana en 2004 y el traslado de la Embajada de Marruecos a Santo Domingo en 2009 ha dado un impulso significativo a nuestras relaciones.

Nuestra cooperación bilateral cada vez más estrecha se implementa de manera que responda al desarrollo de varias áreas de interés común y se manifiesta a través de la armonización de nuestros objetivos y el fortalecimiento de nuestro marco legal. Cabe recordar que solo una cooperación profunda entre los países del Sur, que enfrentan desafíos similares, permitirá que estos países sobrevivan y, sobre todo, prosperen.

Las numerosas visitas de alto nivel de los últimos años y los varios mecanismos implementados ha dado un impulso importante a nuestra relación. La última visita realizada en República Dominicana en junio de 2019 por el Ministro de Relaciones Exteriores, de la Cooperación Africana y MRE, Sr. Nasser Bourita, ha dado un gran impulso a nuestros lazos en todos los ámbitos. Firmamos en esta ocasion dos acuerdos de cooperación que abarcan las áreas de comercio, inversión y cadena productiva, así como la exención de visas de turismo y negocios. El año anterior también, en 2018, nuestros dos países firmaron dos acuerdos sobre aduanas y en materia aérea. Otros acuerdos están en proceso de aprobación, incluido un acuerdo de cooperación cultural.

El desarrollo de la cooperación entre nuestros dos países se refleja en una colaboración fortalecida en el marco de la Cooperación Sur-Sur y Triangular, gracias a la visión clarividente de Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios Le Ayude, en este verdadero modelo pionero. Marruecos, país que tiene sus raíces y su familia en África, puede jugar un papel importante para la República Dominicana y el desarrollo de sus vínculos con el continente africano, y a la inversa, la República Dominicana se erige como un importante hub para Marruecos en Centroamérica y el Caribe.

Se había puesto en marcha un programa de actividades muy denso para celebrar este evento, como la 1ª Semana de Marruecos en República Dominicana y el Caribe en Santo Domingo e incluso el intercambio de grupos de jóvenes entre los dos países. Lamentablemente, el contexto pandémico actual nos ha obligado a posponer este tipo de celebración. No obstante, en ambos países se emitirán una serie de sellos postales para conmemorar este aniversario y dejar una huella imborrable en la historia de nuestras relaciones.

También se organizó un Foro de Marruecos los días 15 y 16 de diciembre de 2020, cuya primera edición fue un diálogo virtual inter-hispániola sobre jóvenes líderes en política. Participaron los Ministerios de Relaciones Exteriores de Marruecos, de la República Dominicana y de Haití. Esta iniciativa tuvo como objetivo destacar el papel clave y central de la juventud en todas las fases del desarrollo de una sociedad y en la democracia.

El apoyo de la República Dominicana a Marruecos en la cuestión del Sahara marroquí y la convergencia de opiniones sobre este tema también ha favorecido las excelentes relaciones a largo plazo y orientadas al futuro. La posición de la República Dominicana siempre ha sido clara. Sus autoridades reafirmaron, en repetidas ocasiones, su respeto por la integridad territorial del Reino de Marruecos y su soberanía nacional sobre el Sahara marroquí. Apoyan también los esfuerzos del país para encontrar una solución política que ponga fin a este diferendo regional, considerando que la iniciativa de autonomía, presentada por mi país en 2007, constituye una base realista, creíble y seria para lograr un resultado negociado entre las partes.

Zakaria El Goumiri, embajador del Reino de Marruecos en la República Dominicana y el canciller dominicano Roberto Álvarez.
Zakaria El Goumiri, embajador del Reino de Marruecos en la República Dominicana y el canciller dominicano Roberto Álvarez.

Hubo una serie de importantes y recientes acontecimientos relativos a la cuestión del Sahara, especialmente desde el 13 de noviembre pasado, fecha en la que Marruecos intervino en El Guergarat, zona fronteriza con Mauritania. ¿Cuáles son las razones de esta intervención? ¿Marruecos ha medido el impacto de esta decisión en el acuerdo de alto el fuego firmado con el polisario en 1991?

En efecto, Marruecos tuvo que reaccionar, con responsabilidad, ante las múltiples provocaciones de las milicias del polisario, iniciada el pasado 21 de octubre en la zona tampón de El Guergarat en el Sáhara marroquí. Pero quiero dejar claro que Marruecos decidió actuar, en el respeto de sus atribuciones, en virtud de sus deberes y en perfecta conformidad con la legalidad internacional.

En concreto, Marruecos lanzó una operación en esta zona fronteriza con Mauritania y Argelia a fin de restablecer la libre circulación de personas y bienes, tras semanas de bloqueo y de actos de bandidaje por parte del polisario y sus milicias, además de las continuas provocaciones a los observadores de la MINURSO. Dada la limitación que ha supuesto para la circulación a través de este paso, se ha establecido un cordón de seguridad por las fuerzas marroquíes. Cabe señalar que esta acción ha sido respaldada por la comunidad internacional. Varios países han transmitido su apoyo a Marruecos por defender su integridad territorial y poner fin esta situación inaceptable por el país, la región, la población civil y el comercio.

Respecto al alto fuego, Marruecos sigue comprometido con el alto fuego aunque el polisario dio por roto el acuerdo después de la intervención más que necesaria en El Guergarat. Como dijo Su Majestad el Rey Mohammed VI al Secretario General de la ONU, a pesar de esta posición, “Marruecos reaccionara con la mayor severidad a toda amenaza contra su seguridad y la quietud de sus ciudadanos”. Aseguro también al Secretario General, la voluntad de Marruecos de seguir con” el proceso político” bajo los auspicios de las Naciones Unidas, que se debe retomar con “parámetros claros, para encontrar una solución realista y realizable en el marco de la soberanía del Reino de Marruecos”.

Más allá, la cuestión del Sáhara ha alcanzado un punto de inflexión sin precedentes con el reconocimiento por los Estados Unidos de la soberanía marroquí sobre el Sáhara, ¿Ha sido una sorpresa para Marruecos o ha sido fruto de un largo proceso de negociación entre Marruecos y los Estados Unidos?

El reconocimiento de Estados Unidos de la soberanía marroquí sobre el Sáhara representa un vuelco clave y es de suma importancia en el proceso de la recuperación territorial de Marruecos. La gran potencia mundial y uno de los miembros permanentes en el Consejo de Seguridad que tiene mucha influencia en la política internacional reconoció, por vez primera, la soberanía de Marruecos sobre el Sahara a través de una proclamación que tiene impacto jurídico y político clarísimo. Se hizo por un decreto presidencial que se dirige a toda la administración estadounidense, incluyendo también la apertura de un consulado en la ciudad de Dakhla, para apoyar el desarrollo económico y social del Sahara marroquí.

Lo ocurrido es un logro de tres años de contactos directos, permanentes y de intensas consultas entre Su Majestad el Rey Mohammed VI y los miembros influyentes de la administración americana. Se trata de un evento histórico para Marruecos y para todos los componentes de su sociedad ya que es una cuestión existencial y fundamental para los marroquíes, comprometidos siempre con el futuro du su Nación.

Algunas partes cuestionan la legalidad de la decisión americana y hablan de un posible retroceso por parte de la siguiente administración liderada por Joe Biden…

El decreto presidencial del Presidente Trump sobre la decisión de los Estados Unidos de reconocer la plena soberanía de Marruecos sobre toda la región del Sahara marroquí, tiene efecto inmediato y supone como fuerza jurídica innegable. Las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad han sido informados de la decisión estadounidense.

Pero hay que subrayar que nuestros dos países están unidos por una base sólida y con muchas perspectivas de futuro. Históricamente, Marruecos fue el primer país en reconocer la independencia de Estados Unidos. Las relaciones marroquí-estadounidenses no dependen de las administraciones pero de una labor conjunta para seguir desarrollando nuestra alianza exclusiva y estratégica. Prueba de ello, Marruecos es un aliado no perteneciente a la OTAN desde 2004 y es el único país africano que tiene un tratado de libre comercio con los Estados Unidos. También, Marruecos es un socio clave de los Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo y el mayor ejercicio militar estadounidense fuera de las fronteras se está llevando a cabo en Marruecos. Todos estos ejes de cooperación y nuestro compromiso común van más ella de un cambio de gobierno.

Esta nueva decisión marca un punto de inflexión en la estrategia de Marruecos. Quiero subrayar que el asunto del Sahara no es un expediente a gestionar, sino que obedece a una visión real, cuyo eje principal es: un modelo de desarrollo para crear un fuerte vínculo entre las provincias del sur y el norte del Reino.

Hemos notado una aceleración en las agendas diplomáticas de varios países de abrir sus representaciones consulares en las ciudades de Dakhla o de Laayoun, como lo hizo recientemente la Republica de Haití, primer país de la región en hacerlo. ¿Estos países están en conformidad con la legalidad internacional aunque el asunto del Sahara sigue sin resolver definitivamente?

En primer lugar, todos los países que decidieron establecer un consulado en el sur de Marruecos cumplen estrictamente con los principios fundamentales del derecho internacional.

En segundo lugar, para tomar esta decisión, los países siempre han estado al tanto de la larga historia del Reino de Marruecos. Un país que tiene más de 12 siglos de existencia y del que siempre ha formado parte el Sahara. Por esta vía, nuestros socios reconocen claramente la marroquanidad del Sahara.

Lo que importa hoy en día es que más de 20 países, como la República de Haití, países africanos, países de medio oriente y ahora Estados Unidos, decidieron de apoyar concretamente y con hechos la soberanía marroquí, su integridad territorial, e involucrarse más que nunca con Marruecos para encontrar una solución a un conflicto que ha durado demasiado.

Marruecos anunció reanudar sus relaciones bilaterales con Israel al mismo tiempo que se dio a conocer la decisión de los Estados Unidos. ¿Podemos pensar que ha sido a cambio de este reconocimiento? ¿Con esta decisión, Marruecos deja atrás su compromiso con la causa palestina?

Efectivamente, el timing puede hacer pensar de algún modo en una relación de causa y efecto, pero no es verdad. Marruecos decidió reanudar sus relaciones con el Estado Hebreo en el marco de las líneas de su política exterior. No obstante, nunca Marruecos ha puesto un punto final a sus relaciones con Israel.

Las relaciones de Marruecos con Israel son únicas en el mundo árabe y las relaciones bilaterales ya eran normales antes de que se anunciara la “normalización” diplomática. Estamos hablando de re-formalizar las relaciones que teníamos, porque ha habido relaciones todo el tiempo y nunca se detuvieron. En concreto, vamos a reanudar los contactos oficiales y las relaciones diplomáticas lo antes posible, además de los vuelos regulares entre los dos países, y también reabrir las oficinas de enlace en ambos países, como se hizo anteriormente y durante varios años hasta 2002.

Marruecos siempre ha abierto sus puertas y nunca ha prohibido por ejemple un evento cultural, político, científico o deportivo en el que participe Israel. El himno nacional israelí se ha tocado en varias ocasiones en eventos deportivos organizados por Marruecos. Es un contexto que no existe en ninguna otra parte. Por lo tanto, la importación de conceptos del Oriente Medio no siempre es apropiada en el caso de Marruecos. También estamos relacionados por la importante diáspora judía marroquí que vive en Israel y que sigue teniendo lazos con país de origen. Los judíos constituyen un componente de la identidad marroquí. La constitución marroquí menciona en su preámbulo que el aporte hebreo es uno de los afluentes que enriqueció la identidad nacional. El patrimonio judío se considera una parte integral de la cultura de Marruecos y se conserva como una riqueza sociocultural.

Sobre la cuestión de la causa palestina contestaré reiterando la respuesta acertada del Canciller marroquí Nasser Bourita: “Cuando un país desarrolla una relación con Israel, ¿significa automáticamente que está abandonando la causa palestina? No, Marruecos no se rinde ante la causa palestina”.

En efecto, el Reino de Marruecos siempre ha desempeñado un papel histórico en la promoción de la paz en el conflicto israelo-palestino, y es partidario de una solución de dos Estados. Tenemos un compromiso inalienable con la cuestión palestina. Y tenemos ventajas y canales que sirven a la paz en la región. Nadie más tiene la experiencia de cohabitación entre judíos y musulmanes que en el caso de Marruecos.

Quisiera terminar diciendo que el pueblo marroquí haría todo lo que haría falta para defender la integridad territorial de su país y defender el Sahara marroquí. Pero también hay que destacar el compromiso continuo de Marruecos con la paz en el Medio Oriente y uno no es a expensas del otro.