SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Estas células afectan a otras vecinas y el uso contra ellas de dos fármacos senolíticos ha logrado revertir el daño causado. La verdad que esto ya se sabía; la novedad del estudio publicado en la revista científica Nature Medicine radica en que la combinación de estos dos fármacos extendió, además, la esperanza de vida y la salud de los roedores utilizados para este trabajo que describe un hallazgo de la investigación básica.
La mayoría de los avances clínicos no serían posibles sin el conocimiento que deja la investigación básica. Esta aumenta la comprensión del comportamiento humano y de la biología, lo que es fundamental para luego promover nuevas y mejores formas de prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades.
“Esta es una investigación emocionante”, dijo el director de la División de Biología del Envejecimiento del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA) de Estados Unidos, el PhD Felipe Sierra, al comentar el estudio con ratones con miras a mejorar la vida futura de los humanos, a partir de la eliminación de células senescentes.
El estudio en cuestión demuestra claramente que fármacos senolíticos -uno que se utiliza para tratar cierto tipo de leucemia y otro un antioxidante, ambos existentes en el mercado- pueden aliviar la disfunción física, por ahora en ratones.
“Será necesario realizar más investigaciones para determinar si los compuestos utilizados en este estudio son seguros y efectivos en los ensayos clínicos con personas”, aclara oportunamente Sierra al comentar las conclusiones del estudio dirigido por el también PhD James L. Kirkland, doctor en Medicina de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota (EEUU).
Los investigadores encontraron que se podría prevenir el daño celular, retrasar la disfunción física y –por ahora solo en ratones- extender la vida útil si se echa mano de un tratamiento con una combinación del senolítico dasatinib (que se utiliza para tratar cierto tipo de leucemia) y quercetina (un flavonoide vegetal antioxidante que se encuentra en el vino tinto y en el té, en las cebollas y manzanas y algunas otras frutas y verduras).
"Este estudio proporciona evidencia convincente de que atacar un proceso de envejecimiento fundamental -en este caso, senescencia celular en ratones- puede retrasar las condiciones relacionadas con la edad, lo que resulta en una mejor salud y una vida más larga", ratificó el director general de NIA, Richard J. Hodes, citado por la revista científica.
"Este estudio también muestra el valor de investigar los mecanismos biológicos que pueden conducir a una mejor comprensión del proceso de envejecimiento", añadió.
El uso de una combinación de dasatinib y quercetina permitió evaluar si esta combinación senolítica podría ralentizar la disfunción física causada por las células senescentes, y lo confirmó.
El proceso del experimento
Dos semanas después de haberles trasplantado a unos ratones jóvenes un número determinado de células senescentes, estos evidenciaron un deterioro en su fuerza muscular, en su actividad diaria, en la ingesta de alimentos y en su peso corporal. Además, se halló en sus cuerpos más células senescentes de las que se les había inyectado, lo que sugiere una propagación del efecto de senescencia en las células vecinas.
Una vez confirmado el estrago causado por las células senescentes, y para analizar si un compuesto senolítico podía detener o retrasar la disfunción física, los investigadores trataron luego a los ratones con la mezcla de esos dos fármacos y descubrieron que estos mataban selectivamente las células senescentes.
Los investigadores también experimentaron con ratones mayores (un grupo de roedores de 20 meses de edad y otros grupos con ratones más viejos, de 24 a 27 meses de edad) y, en el caso de estos últimos, hallaron un promedio de vida post-tratamiento un 36 por ciento más alto y menor riesgo de mortalidad. Conclusión: los senolíticos pueden reducir el riesgo de muerte en ratones viejos. Fue casi un proceso de resurrección en el mundo de los roedores.
“Aunque esta combinación de fármacos senolíticos solo estuvo presente en los ratones durante un par de horas, eliminó las células senescentes y tuvo un efecto duradero” en la mejoría de los ratones, informó Kirkland, coautor de este trabajo y director del Centro Kogod sobre Envejecimiento.
“Esta es otra pieza de la creciente evidencia de que los fármacos senolíticos están dirigidos a los procesos básicos de envejecimiento y podrían tener una aplicación generalizada en el tratamiento de múltiples enfermedades crónicas”, añadió Kirkland.
OSTEOPOROSIS
El estudio fue más allá y se detuvo en ver las secuelas óseas. Se determinó en el campo óseo una relación causal entre las células senescentes y la pérdida ósea. Es decir, el ataque a estas células llevó a un aumento de la masa ósea, a un aumento de la fuerza evidenciada por estos ratones.
En términos generales, es oportuno recordar que el hueso es un tejido que se descompone y reemplaza constantemente. La osteoporosis se produce cuando la creación de hueso nuevo no se mantiene al ritmo de la eliminación del hueso viejo.
Según la Fundación Nacional de Osteoporosis de EEUU, la baja masa ósea y la osteoporosis constituyen una importante amenaza para la salud pública de casi 44 millones de mujeres y hombres de 50 años o más en esa nación, que cuenta con una población total de 330 millones de habitantes. Esta proporción se repite con algunas variaciones en otras naciones.
“La novedad de este trabajo para el campo óseo reside en el hecho de que, en lugar de dirigirse a una vía específica del hueso, como es el caso de todos los tratamientos actuales para la osteoporosis, apuntamos a un proceso de envejecimiento fundamental que tiene el potencial para mejorar no solo la masa ósea, sino también aliviar otras patologías relacionadas con la edad como un grupo”, se felicitó Sundeep Khosla, director del programa de envejecimiento óseo y muscular de la Clínica Mayo.
“Los efectos de los tres enfoques sobre el envejecimiento óseo (utilizados en el experimento) fueron sorprendentemente similares”, destacó Khosla y subrayó a que en todos ellos aumentó la masa ósea y la fuerza reduciendo la resorción ósea, pero manteniendo o incrementando a su vez la formación ósea.
Las afamadas células senescentes y los flavonoides vegetales antioxidantes
En los últimos años se han efectuado diversos estudios sobre estas células en los cuerpos envejecidos que aceleran el proceso de envejecimiento. Cuando estas células senescentes son eliminadas, se ha retrasado la aparición de enfermedades, coinciden estos trabajos en términos amplios. Muchas de estas investigaciones han estado asociadas al uso de flavonoides vegetales antioxidantes.
No obstante, este trabajo aparecido en la publicación Nature Medicine y atribuido a los investigadores Paul D. Robbins y Laura J. Niedernhofer, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Minnesota, y los investigadores de la Mayo Clinic James L. Kirkland y Tamara Tchkonia, marcan un hito al haber demostrado que efectivamente es posible reducir el daño celular y, además, prolongar la longevidad y mejorar la salud, incluso cuando el tratamiento se iniciara en edades avanzadas.