Inmerso en la pobreza y todavía padeciendo los efectos de más de diez años de guerra, Afganistán vive un momento de auge en un sector sorprendente: las cirugías plásticas.

Existe una creciente demanda de cirugías estéticas en el país, en contraste con una situación muy diferente a diez años atrás, cuando estos procedimientos eran utilizados principalmente para tratar lesiones sufridas durante los conflictos armados.

Fue precisamente el escenario de la guerra lo que le dio a los médicos las destrezas requeridas para al desarrollo de esta especialidad.

Acostumbrados a lidiar con cirugías de reconstrucción de la piel en víctimas de quemaduras y otros traumas, consecuentemente los cirujanos plásticos adaptaron sus técnicas a la nueva realidad.

Y el mercado no ha dejado de crecer. Las cirugías estéticas se han vuelto especialmente populares entre las generaciones más jóvenes de afganos.

Como de Bollywood

Hay avisos publicitarios con imágenes de "antes y después" desperdigados por diferentes zonas de la capital, Kabul, y la mayoría de los médicos han sido formados en Irán y Pakistán.

Entre las operaciones más frecuentemente solicitadas por las mujeres están los estiramientos faciales, las alteraciones de nariz y las liposucciones, además de la eliminación de los vellos no deseados.

En el caso de los caballeros, los procedimientos más buscados son los tatuajes de cejas y los trasplantes de cabello.

Frecuentemente, las más jóvenes -hombres y mujeres- tienden a solicitar un estilo basado buscar en fotografías de las estrellas de Bollywood, la industria cinematográfica india.

Resultados

Cirugías plásticas en Afganistán

En Kabul abundan los avisos publicitarios de cirugías plásticas con imágenes de "antes y después".

Najibullah Najib es un cirujano establecido en Kabul que trabaja en el sector estético. Por lo general atiende a dos o tres pacientes por día.

El doctor afinó sus destrezas en el oficio tratando a las víctimas de la guerra por más de 20 años.

"Muchas chicas quieren sus cejas con el nuevo estilo chino o quieren operar sus párpados. A veces quieren una nariz más estrecha y más alta", explica Najib.

Sheba, un ama de casa de 40 años, es la típica paciente de Najib. Ella ya se ha hecho tres operaciones.

"Primero me removí grasa de mi abdomen, luego removí las bolsas debajo de mis ojos y rehice la forma de mis cejas", dice.

"Yo sufría viendo las arrugas cuando me reía. Ahora, algunos amigos dicen que luzco 14 años más joven. Adoro mi cuerpo y mi ropa me queda mucho mejor".

Otra clienta, Sahar, pasó por una operación de nariz.

"Ahora es más estrecha y más alta. No me esperaba este cambio. Cuando me quitaron las vendas, me quedé sorprendida: había quedado mucho mejor de lo que esperaba".

Los clientes del extranjero

El éxito del la especialidad en Afganistán y su bajo costo en comparación con otros países ha atraído a clientes del extranjero.

Una cirugía de nariz, por ejemplo, puede costar entre US$300 y US$600. En los países occidentales, el costo puede ser hasta diez veces mayor.

Pero, con el aumento de la demanda, ha crecido también el número de críticas.

Shafi, por ejemplo, es un paciente insatisfecho con tratamiento que recibió y con los desagradables efectos colaterales.

"Los médicos lustraron mi cabeza con algún aceite e implantaron cabello artificial, luego lo unieron con mi propio cabello", recuerda.

"Después de un par de horas, tuve un fuerte dolor de cabeza y mis ojos comenzaron a arder. Me di cuenta de que eran los efectos colaterales del procedimiento de implante. Pero luego removí el cabello y mi cuero cabelludo había perdido completamente su color", dice.

Para Abdul Ghafar Ghayoor, un cirujano plástico en un hospital de Pakistán, algunos de sus colegas afganos carecen de la experiencia necesaria para llevar a cabo cirugías altamente técnicas.

"He visto muchos médicos de Afganistán que trabajaron por menos de un año en Irán, Pakistán, India o Rusia. Esa es la razón por la cual su trabajo usualmente no es perfecto".