SANTO DOMINGO, República Dominicana. – Un Víctor Díaz Rúa que quisiera salir con el juez luego de finalizar el proceso, un Tommy Galán que “lleva dos años confundido” como el merengue de Fernandito Villalona, y un Andrés Bautista que pide respeto y “tiene 708 días pidiendo paciencia”; ejemplifican las últimas palabras de los imputados previo a conocer el fallo del juez Ortega Polanco en el caso de corrupción Odebrecht.

Los imputados refirieron que se trata de un expediente de especulación “propio de la imaginación de un hombre en la escritura de un cuento” que pretende mantener entretenido al pueblo.

El día de ayer terminó la etapa procesal preliminar para los siete demandados en el caso de corrupción Odebrecht. El juez de instrucción especial asignado, Francisco Ortega Polanco, fijó el 21 de junio para determinar si las pruebas que presentó el Ministerio Público (MP) justifican que el caso vaya a juicio de fondo.

Luego de que el MP presentó la réplica ante las defensas de los acusados en el presente proceso, cada uno agotó una hora de contrarréplica de defensa técnica y diez minutos de defensa material.

Entre repeticiones de argumentos pasados y vanaglorias al juez del tribunal, los abogados que representan a Ángel Rondón Rijo (representante comercial de la compañía brasileña en el país), Víctor Díaz Rúa (ex ministro de Obras Públicas y Comunicaciones), Andrés Bautista (ex presidente del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y del Senado), Jesús (Chu) Vásquez (ex presidente del Senado), Roberto Rodríguez (ex director del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados, INAPA), el abogado Conrado Pittaluga y el senador Tommy Galán; concluyeron en conjunto que en la réplica del MP y el expediente del caso, no existe el 100% de estándar probatorio necesario para ir a juicio.

Las defensas técnicas defendieron que no hay opción de juicio porque según las pruebas que presentaron en contra de las acusaciones del MP, no hay probabilidad de condena para los imputados.

“Eso no se dijo aquí”, expresó Miguel Valerio, de la barra de defensa de Díaz Rúa, refiriéndose al momento en que su cliente habría recibido los supuestos sobornos; para terminar con la frase “el MP ha dicho de todo, pero yo confío en Ortega”.

La crítica a las delaciones premiadas resaltó en las defensas por ser provenientes de “una empresa delincuente”. Apoyados, según afirmaron, en la violación de convenciones de derecho internacional, como la convención de Palermo, defendieron que no se acepta que se presenten documentos con tachaduras, forma en que el MP mostró las delaciones.

Los abogados de la barra de Jesús Vásquez reiteraron que el nombre de su cliente no aparece en las mismas. “Jesús Vásquez Martínez puede justificar chele a chele, peso a peso, todas las actividades bancarias”, afirmó el jurista Manuel Conde, defensor de Vásquez.

Por otro lado, aludieron que el MP no hizo una lectura íntegra de las delaciones de acuerdo con lo que había prometido.

"Entre la legalidad e ilegalidad hay un camino que es el de la garantía, el que han demostrado todos los imputados", señaló el abogado Santiago (Chago) Rodríguez ejercer el derecho de defensa de Conrado Pittaluga.

Un año después de haber iniciado las audiencias preliminares del caso, y tras múltiples veces de que el juez fuera recusado por las barras defensoras; su decisión sobre el caso será conocida el 21 de junio a las 9:00 de la mañana en la sede de la Suprema Corte de Justicia (SCJ).