WASHINGTON, EEUU.- El presidente de EEUU, Donald Trump, está cobrando a través de cabilderos y su yerno dos millones de dólares para conceder indultos a condenados, según una versión que circula este domingo en el diario New York Times.

Un exoficial de la CIA preso desde 2012 e identificado como John Kiriakou sostuvo –según el NYT- al conocer el precio: "Dos millones de dólares, ¿estás loco? Incluso si tuviera dos millones de dólares no los gastaría para recuperar una pensión de 700.000 dólares".

Esa reacción del exoficial fue revelada por “un asociado de Kiriakou”, quien ya “informó de la conversación al FBI”, dijo el New York Times.

Los indultos presidenciales, destinados a recompensar a los infractores que muestran arrepentimientos, no implican inocencia. Los presidentes a menudo los usan para recompensar a sus aliados, pero Trump ha llevado la práctica al extremo y recientemente benefició a varios, incluso a un pariente político y estrechos colaboradores.

Entre ellos, a Charles Kushner, padre de su yerno Jared Kushner, condenado por fraude fiscal y represalias de testigos, y también a Michael Flynn, su primer asesor de seguridad nacional que se declaró culpable de mentir al FBI sobre sus contactos con Rusia.

El New York Times detalló un sistema "ad hoc" de la Casa Blanca para aprobar indultos que, según dijo, estaba bajo responsabilidad del yerno y no del Departamento de Justicia habitualmente encargado de identificar y examinar a merecedores del perdón presidencial.

El informe del periódico también identificó a algunos cabilderos que, según dijo, “buscaban indultos en nombre de los clientes que pagan honorarios" y advirtió que en Estados Unidos "no es ilegal hacerlo”.

A manera de comentario, cita a Margaret Love, una abogada de indultos de Estados Unidos en el Departamento de Justicia durante siete años: “Este tipo de tráfico de influencias… niega consideración a los cientos de personas comunes que se han alineado obedientemente como lo requieren las reglas del Departamento de Justicia, y es una violación básica del esfuerzo de larga data para que este proceso al menos parezca justo”.

Rudy Giuliani

Kiriakou le dijo al New York Times que su búsqueda de un indulto surgió durante una reunión con el abogado de Trump, Rudy Giuliani, en el Trump International Hotel en Washington el año pasado, y un asesor de este.

Durante la reunión, que supuestamente “implicó una cantidad considerable de alcohol”, Giuliani fue al baño. Fue entonces, dijo Kiriakou, que este asesor no identiticado le dijo: "Va a costar 2 millones de dólares; va a querer dos millones de dólares".

El Times dijo que el mismo Gouliano rechazó luego la versión debido a que “no trabajaba como intermediario de indultos porque ya representaba a Trump”.

“Es como un conflicto de intereses”, fue citado diciendo, y agregó que, aunque había escuchado que se ofrecían altos honorarios por indultos, tenía suficiente dinero. “No me muero de hambre", remarcó el abogado y exalcalde de Nueva York.

Pese a que hay versiones de prensa que coinciden en que Trump está enojado con su abogado por no lograr anular el triunfo de Joe Biden y hasta ha bloqueado que se le pague honorarios y que le pasen llamadas telefónicas de él, Giuliani figura como su defensor en el futuro juicio político al que será sometido por el Congreso.