Las autoridades del Modelo de Gestión Penitenciaria (MGP) empezaron este viernes la readecuación de la cárcel del Palacio de Justicia Federico C. Álvarez de Santiago, con el fin de asumir su control y mejorar los espacios destinados para detenidos que están en espera de proceso de coerción.

Este lugar de detenidos ya no se llamará “La Carcelita”, como la ha identificado la población, sino que pasa a ser el Centro de Atención y Privación de Libertad Provisional (CAPLIP III).

Se contempla la ampliación del espacio, para lo cual un equipo de ingenieros hizo las evaluaciones de lugar, según han anunciado las autoridades.

Con este nuevo sistema, las autoridades del MGP prometen dejar en la historia las cadenas de denuncias de los aprehendidos y sus familiares sobre maltratos y hacinamiento.

El espacio para detenidos, ubicado en el sótano del edificio del Palacio de Justicia, funciona desde este viernes bajo los protocolos de atención y seguridad, según ha dicho hoy la encargada de sistema, Hilda Patricia Lagombra Polanco.

“El espacio desde ahora se rige siguiendo los parámetros de distribución, atención y disciplina recomendados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la eficiente gestión penitenciaria”, afirmó la funcionaria.

En la entrega del centro estuvieron presentes el procurador interino de la Corte de Apelación de Santiago, Juan Carlos Bircan, el fiscal titular de Santiago, Osvaldo Bonilla Hiraldo, la directora de Litigación Inicial, Raybiris Justina García Ventura, y Fátima Patricia Paulino, quien asume la dirección del CAPLIP III.

Paulino cuenta siete años de servicio en el MGP. Tiene experiencia en las áreas de psicóloga clínica y de tratamiento y una maestría en Gestión y Administración Penitenciaria, de la Escuela Nacional Penitenciaria (ENAP).

Las mejoras en esta cárcel provisional comenzaron luego de que las autoridades con responsabilidad en el sistema se reunieron para tratar el tema, el pasado 19 de octubre.

“En este modelo, los que aguardan por el conocimiento de medidas de coerción y audiencias de sus procesos reciben una charla de inducción y la evaluación de médicos, psicólogos y trabajadores sociales”, explicaron.

Los detenidos cuentan allí con una cama individual, alimentación y pueden solicitar la facilidad de un teléfono para comunicarse con sus familiares y abogados en llamadas de 15 minutos.

El programa de mejoras para la cárcel de Palacio de Justicia de Santiago se inicia tras varios años de denuncias de la Defensoría Pública, abogados independientes y familiares de detenidos que habían alegado maltratos, sobrepoblación y tráfico de influencia para pasar los alimentos, ropas y por la programación de las visitas.

Protesta en pantalones cortos y sandalias

El pasado 22 de septiembre, unos 23 imputados en la Operación Falcón de narcolavado se presentaron a la audiencia en pantalones cortos y sandalias, razón por la cual fueron devueltos a las celdas, previo a iniciar la medida de coerción.

Para la fecha trascendió que la acción de los detenidos de la Operación Falcón se debió a una protesta por presuntos maltratos y hacinamiento. También alegaban que no se le permitía ver a los abogados y familiares.

En varias ocasiones también se denunció que había contagios de coronavirus facilitados por la sobrepoblación, pero para entonces las autoridades no certificaron las versiones.