SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El caso de la muerte de la maestra Luz María Rodríguez, de 64 años, cuyo cuerpo fue encontrado sin vida con varios impactos de bala en la cabeza y otras partes del cuerpo, y que presuntamente fue asesinada por su esposo en componenda con su hija, quie mantenían un relación amorosa, pone de relieve un problema psicosocial.

Según las investigaciones, José Ramón López Rodríguez, de 63 años, mantenía una relación incestuosa con su hija Gaudys López Rodríguez, de 26 años.

Según el psiquiatra José Miguel Gómez, presidente de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría, los casos de incesto son un fenómeno que puede darse en familias numerosas, que viven en condiciones de hacinamiento, donde no hay límites ni reglas y en los cuáles los padres tienen alteraciones psicológicas y les gusta hacer juegos sexuales con sus hijos.

El médico también afirma que el incesto es una relación emocional afectiva sexual que se da dentro del vínculo primario. Confiesa que es más frecuente el incesto de padre a hija, abuelo a nieta y entre hermanos.

Sigmund Freud (1856-1939), uno de los primeros investigadores en elaborar teorías al respecto,  le llamó “Complejo de Electra” cuando el niño se enamoraba de la madre y “Complejo de Edipo” en el caso de la niña que se enamora del padre. A partir de la teoría freudiana, ese estadío es una etapa normal en el desarrollo psíquico y emocional que atraviesa un niño o niña.

“En el caso de Dajabón, una vez se determinen las reponsabilidades legales en el hecho, los vinculados directamente deben ser tratados desde la psiquiatría forense para abordar los trastornos de naturaleza psicosexual”

“En una relación normal la niña o niño de tres a nueve años se acerca a su padre buscando el apoyo y la comprensión, se enamora de él.  Sin embargo, ya en la pre-adolescencia (entre 10 y 11 años), el individuo entiende, a través de la identidad psicosocial, que es la figura paterna y que no es ni su novio, ni puede ser su marido y en esa etapa se marcan los límites producto de que ya se está en capacidad de fijarse y enamorarse de otra persona que no es su padre”, sostiene Gómez.

El también presidente de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría comenta que en la mayoría de los casos de incesto, el padre abusa sexualmente de su hija y comienza a establecer una conducta afectiva y sexual  para devenir en una relación de pareja.

Se destaca que en el caso de la familia de Dajabón, ambos,  padre e hija, desarrollaron sentimientos de pareja. Por lo que la  joven comenzó a ver a su madre como una rival. El experto entiende que esos sentimientos desencadenaron en ella la necesidad de luchar por su marido y degenerar en una actitud patológica, hasta llegar a asesinar a la madre.

Familias vulnerables a presentar este tipo de conductas

El doctor Gómez sostiene que las familias más propensas a estos fenómenos, son aquellas disfuncionales y que viven en estado de hacinamiento. Dice que se puede dar también en las clases media y alta, pero probablemente llegan menos a los hospitales.

Ha tratado estos casos en consulta y da cuenta de que el incesto produce en el niño estrés post traumático lo que le altera su sexualidad y emociones. Resultan ser niños con baja autoestima con tendencia a la depresión, más inseguros y propensos a ser abusados por otros niños.

El médico es categórico cuando dice que "ningún papá puede jugar con las partes íntimas de sus hijos. Un padre puede jugar y darles a afecto a sus hijos, pero sin  toque morbosos porque eso está dentro del abuso".

“En el caso de Dajabón, una vez se determinen las reponsabilidades legales en el hecho, los vinculados directamente deben ser tratados desde la psiquiatría forense para abordar los trastornos de naturaleza psicosexual” expresa el psiquiatra, quien es partidario de la habilitación de una unidad de psiquiatría forense en el país.

Un departamento de este tipo estaría integrado por psicólogos, psiquiatras, psicometristas, trabajadores sociales y enfermeras; quienes informarían al juez los riesgos, patólogias y pronóstico de comportamiento de un imputado.