SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Jean Alain. Impecable. Siempre con traje planchado y preferiblemente azul oscuro. Se distingue entre todos los demás imputados del caso Medusa. Realmente, así es cómo los periodistas lo identificaban en los recesos de no más de 5 minutos que se permitieron en medio de cada audiencia para ir al baño.

Elegancia algo lesionada debido al casco de acero, al chaleco antibalas y a agentes policiales más altos y robustos que así lograron hacerlo de menor porte y más delgado, como carente de mejor alimentación y una dieta complementada con plátanos…

Una imagen impensable hace apenas un año cuando aún dirigía la Procuraduría General de la República, la misma que hoy lo acusa de corrupción, de estafar al Estado en más de RD$6 mil millones.

Lunes 12 de julio del año 2021. 9:29 de la noche. La sala del Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva se llena con la llegada de 29 periodistas desprovistos premeditadamente de los materiales de trabajo de la prensa del siglo XXI y autorizados a armarse solo a la usanza de antaño: papel y lápiz.

Varios fiscales, muchos abogados, una jueza y un exprocurador disminuido. También una fiscal adjunta, Yeni Berenice Reynoso,  que le rebate con autoridad al principal inculpado. Por varios años fue su subalterna y ahora se alza como su “verduga”, por eso de la supuesta venganza en su contra que alega el ex procurador general.

A Jean Alain además se le ve cansado. Es evidente que los 15 días en la cárcel del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, "durmiendo en el suelo", como afirmó, le han pasado factura. Y le faltan ahora 18 meses antes de ser sometido a un juicio de fondo donde se decidirá si es culpable o inocente y sentenciado en consecuencia a algunos años de prisión o a la excarcelación.

La imagen que ahora proyecta contrasta con la de aquel procurador firme y avasallador que en 2019, en una vergonzosa sesión del Consejo Nacional de la Magistratura, protagonizó un artero ataque a su ahora sucesora, la hoy titular de la PGR Miriam Germán Brito, quien en previsión de señalamientos de actuar por venganza optó por inhibirse de participar en este caso contra su antecesor. Igual es acusada de ello.

A las 9:26 del lunes Jean Alain subió al podio, se quitó la mascarilla anticovid e inició su discurso.

La fiscal adjunta y directora de persecución del Ministerio Público está a su izquierda, pero él no la mira. Sus ojos están fijos en la jueza Kenya Romero, de la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional. Tiene documentos con él, pero pocas veces baja la mirada hacia ellos. Habla con volumen normal y mucha fluidez y seguridad, explicando algunos detalles y dando respuesta a las acusaciones del Ministerio Público.

9:43. Es interrumpido por Yeni Berenice Reynoso que alega que el exprocurador está refiriéndose a partes sustantivas del proceso, condición de no hacerlo que impuso la jueza para autorizar el acceso de la prensa (solo con bolígrafos y libretas, aunque siempre alguien graba…).

Luego de unos minutos de debate entre ambos, Jean Alain prosigue.

A las 10:04 menciona la página 43 del expediente del Ministerio Público en la que se habla de una supuesta emisión de un cheque por 34 millones de pesos. Nuevamente se escucha a la fiscal adjunta impugnar e inmediatamente Jean Alain cambia el tono y el volumen de voz; ahora es más alto, mucho más fuerte, y así hace revivir un comportamiento, esta vez ante Yeni Berenice Reynoso, del que se arrepintió de haber hecho gala ante Miriam Germán Brito, mujeres  que parecen captar un cariño y respeto ciudadano que van en contravía a los sentimientos que, en cambio, él despierta.

Jean Alain aduce que le han hecho daño a su honor y apunta con mayor osadía: denuncia que los ahora mandamases en el Ministerio Público le han falsificado su letra y firma.

Ahí se inicia un intenso "tú me dice y yo te digo" entre Jean Alain, Yeni Berenice, la defensa del exprocurador, Ingrid Hidalgo, abogada del imputado Jonathan Rodríguez. Esta última le exigió a Yeni Berenice dejar hablar a Jean Alain y se le escuchó achacarle ser presa del miedo.

En medio de esta discusión y el ensordecedor murmullo de la sala se escuchan los golpes de mazo de la jueza sobre el estrado. Pero parecía un esfuerzo en vano.

Los periodistas, ubicados en la parte trasera de la sala, trataban de captar todo lo que ocurría y escribir lo más rápido posible, muchos evidenciando su frustración al no poder grabar libremente el momento. Fue el primer enfrentamiento directo entre Jean Alain y Yeni Berenice. Ambos estaban exaltados, gritándose, acusándose.

Después de unos diez minutos, la magistrada Romero logró tomar el control de la sala nuevamente. Le pidió a Jean Alain no referirse a la página 43 y ahí terminó el cruce de palabras, por lo menos por unos minutos.

Jean Alain regresó su mirada hacia la jueza y continuó exponiendo. Alegaba ser un hombre bueno, con arraigo en el país, que no escaparía. Pedía a la magistrada permitir defenderse en libertad.

Pero esa libertad no le llegó. Unas 17 horas después de terminada la audiencia, la solicitud de medida de coerción de la operación Medusa fue aceptada con el dictamen de la jueza Romero que este martes le impuso 18 meses de prisión preventiva. También dictaminó que el caso sea declarado complejo.

En los próximos dos o tres días, se calcula, Jean Alain será trasladado al Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Hombres, junto a tres imputados más: Jonathan Joel Rodríguez Imbert, Alfredo Alexander Solano Augusto y Javier Alejandro Forteza Ibarra. Son los "más malos", si como tal se entiende a quienes peor les fue en esta coerción.

Jean Alain Rodríguez antes de ser apresado.
Foto: © Mery Ann Escolástico
Fecha:29/06/2021

El exprocurador en una de las audiencias del caso Medusa.