SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El coronavirus ha trastocado al planeta y está arrastrando todo a su paso, de lo que, obviamente, no se salva ni el ejercicio periodístico que ha debido mutar como el mismo coronavirus que ha creado su subespecie COVID-19.

Desde la preocupación de infectarse e infectar en la búsqueda de la noticia y hasta limpiar los micrófonos y el teclado; desde lograr títulos y redacciones que salgan del pantano en el que amenaza con sumergirse un asunto monotemático y hasta redacciones sencillas y honestas, y desde potenciar las emisiones virtuales hasta decir adiós a las ediciones impresas. Hay de todo.

Sobre esto último, a nivel local el Diario Libre anunció el cierre de su edición empresa diaria y lo mismo hizo el periódico semanal El Dinero, y paulatinamente irán decidiendo al respecto el resto de medios.

Pero al margen de ello, los gremios están multiplicado sus llamados a que los reporteros adopten medidas para evitar su contagio y la propagación del mal, haciendo lo que todo el mundo debe hacer y algo más.

Al verse obligado al contacto físico, porque así lo amerita la profesión, y cuando las ruedas de prensa no son virtuales, el comunicador debe alejar lo más pueda el micrófono o el grabador del entrevistado, no pegárselo a la boca a la hora de formular preguntas y tampoco en la del entrevistado al recabar la respuesta.

Estas son recomendaciones básicas y genéricas, que incluyen no intercambiar libretas, lapiceros ni otras herramientas y materiales con los colegas.

Asimismo, en la República Dominicana el Círculo de Periodistas de la Salud (Cipesa) mostró preocupación este jueves por el riesgo que corren los profesionales de la comunicación y otras áreas frente a la emergencia que supone Covid-19 por no tomar las medidas de protección en el desarrollo de sus labores.

Como recomendación la agrupación de profesionales considera que el Ministerio de Salud Pública, la Presidencia de la República y otras instituciones estatales y privadas deben ejecutar mecanismos de comunicación que no implique la presencia de los periodistas en rueda de prensa.

«Hemos estado monitoreando el desarrollo de ésta enfermedad en el país y en otras partes del mundo, y algunas empresas de medios de comunicación, ya han tomado precaución y le piden a sus periodistas trabajar desde sus hogares, mientras en la República Dominicana ejercen sus funciones desprotegidos» indicó Cipesa mediante una nota.

A diferencia de otras profesiones, o mejor dicho: a similitud de enfermeras, médicos y bomberos, por ejemplo, “estamos en la primera línea de este campo de batalla y no podemos cerrar las operaciones por completo”, dijo en un mensaje a los dueños de medios el presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Christopher Barnes, quien partió por recomendar seguir los puntos de referencia del protocolo de salud.

“No debemos tratar superficialmente las preocupaciones de nuestro personal con respecto a la exposición al virus; la empatía, la comunicación y la transparencia en cuanto a esto nos ayudará mucho a mantenerlos motivados para hacer su trabajo”, les dijo a quienes, por lo general, ya habían flexibilizado sus órdenes de mando.

Algunos incluso han debido llamar a sus comunicadores retirados o jubilados para reforzar o reemplazar "a los caídos".

Los mensajes de los gremios de periodistas a sus iguales no han sido muy diferentes en lo sustancial y, además de lo obvio -puesta en cuarentena de periodistas recién llegados del extranjero y los mayores, y a la hora de redactar ir más allá de cumplir las normas de rigor sobre confirmación de fuentes, no provocar alarma- intentar ángulos novedosos y no por ello menos estrictos.

Ya hay casos de periodistas infectados. El martes, por ejemplo, la Editora brasileña Globo informó de aislamientos de empleados y su director editorial, Alan Gripp, estima que no serán pocos quienes conforme pase el tiempo se reportarán enfermos.

“A medida que se restringe la circulación y crece la cantidad de casos en nuestras áreas de cobertura, aumenta también la preocupación de quienes tienen que trabajar en zonas críticas, como hospitales, laboratorios donde se realizan los tests y aeropuertos. Esto abarca tanto a reporteros como a fotógrafos. Y para ello hemos elaborado protocolos de actuación que estamos comenzando a implementar”, aseguró Carlos Jornet, director editorial del grupo argentino que publica los periódicos y revistas el portal Vía País. E

Jornet, informó al Centro Knight para el Periodismo en las Américas, de la Universidad de Texas.que las salas de redacción deberían ser casi remotas en su totalidad en los próximos días.

“Hay varias herramientas para hacer una tarea decente manteniendo la ‘distancia social’ , agregó y nombró algunas tales como multiplicar las llamadas telefónicas y consultar permanentemente las redes sociales, así como ir a la recopilación de información mediante otros medios (radio, televisión, sitios, agencias de prensa etc.).