SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El 2013 ha sido un año difícil y de estancamiento del modelo económico, social e institucional para la República Dominicana. La reflexión surgió este sábado del análisis de coyuntura del Centro Bonó, que analizó los aspectos más importantes de la vida nacional en el año que termina.

El director de la entidad, Roque Féliz, resaltó que esto se debe a que el modelo económico, el social y el institucional no han cambiado su estructura, debido a que siguen dirigidos por el mismo gabinete de gobierno.

“El tema financiero del Estado dominicano no ha variado, la planificación económica del país la sigue dirigiendo el mismo equipo en cierto modo, bajo la misma rectoría salvo algunas excepciones”, destacó Féliz.

Calificó como preocupante el bajo crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) proyectado para el cierre de diciembre, el cual, según datos oficiales, apenas podría colocarse en un 3%; así como la  necesidad de acudir a altos financiamientos del presupuesto y, por tanto, al incremento de la deuda pública

Consideró que es demasiado elevado el peso del endeudamiento y el porcentaje del presupuesto dedicado al pago de la deuda pública, lo que compromete seriamente un gasto público de calidad.

“Del  presupuesto está destinado el 2.8 por ciento del PIB, pero eso sobre la base de un endeudamiento público que realmente va a afectar las posibilidades del financiamiento de este presupuesto”, estableció.

El economista Pablo Mella, también encargado de este análisis de coyuntura, resaltó que en el programa de gobierno se anunció que iba a ver un pacto fiscal, un pacto educativo y un pacto eléctrico, pero hasta el momento el pacto fiscal no se ha hecho, atacando a la ciudadanía con un paquetazo fiscal que no funcionó.

“El Gobierno no consiguió las recaudaciones proyectadas cuando aplicó el pasado paquetazo fiscal”, explicó.

Roque Féliz y Pablo Mella, del Centro BonóMella señaló que las deficiencias se vieron cubiertas por los ingresos extraordinarios relacionados con la Barrick Gold y, si se registra en este año, también serán atenuadas por la venta de la empresa de telecomunicaciones Orange Dominicana.

Los especialistas indicaron que la población seguirá sufriendo las consecuencias de una reducción de servicios públicos de calidad, reducción de servicios  de salud y de saneamiento de aguas.

Dijeron se han abocado a una discusión de una reforma tributaria y de un impacto fiscal que mejore la calidad del gasto, el control que se tiene y la responsabilidad fiscal para sancionar debidamente a los actos de corrupción, que se presione significativamente a los grupos de alta renta.

Salud y seguridad social

Dijeron que el país sigue rezagado en cuanto al cumplimiento de las reformas ordenadas por la Ley General de Salud y la Ley que crea el  Sistema Dominicano de Seguridad Social.

“Se percibe un marcado deterioro de los beneficios que reciben los afiliados del Seguro Familiar de Salud en los dos regímenes en funcionamiento, con reducción de las prestaciones, mayores exclusiones y aumento de los pagos que tienen que hacer los pacientes asegurados al demandar los servicios”, aseveraron.

Señalaron que la crisis de Seguro Nacional de Salud (SeNaSa) con los hospitales de autogestión y la drástica reducción de la cobertura del régimen subsidiado es un reflejo de quiénes pagan, al final, los platos rotos del déficit fiscal del año pasado que no se quiere transparentar.

También, que las pensiones que entrega la seguridad social no se indexan a tiempo en violación de la ley y se destaca los excesivos beneficios de las AFP.

Pidieron la ejecución de un proyecto de ley de reducción de las comisiones ya aprobado por la Cámara de Diputados.