El empresario Luiz Augusto de Francia, que operaba en el denominado “banco de sobornos de la Odebrecht”, dijo al grupo de trabajo especial Lava Jato que ejecutivos la empresa contratista sugirieron que él y sus socios Vinicius Borin y Marco Bilinski salieran de Brasil a los países que no tuviesen tratado de cooperación internacional con Brasil, a fin de protegerse ante posible investigación por parte de las autoridades brasileñas.

Entre los países a elegir estaban República Dominicana, Dubai, Antigua, Portugal, dejando abierto también para otros países, porque los que se sugerían no tenían ningún tratado de cooperación, lo que daría mayor seguridad de que no serían culpados por las autoridades brasileñas.

Según Franca, la conversación comenzó con Fernando Migliaccio y continuó con Felipe Montoro, ejecutivos de la empresa de construcción.

"Felipe Montoro ya estuvo en la oficina del declarante y también se encontraron algunas veces, incluyendo reuniones en Viena y Portugal, la mayoría de las veces acompañado por Fernando, ocasiones en las que sugirió a los ejecutivos de Meinl Bank que dejaran Brasil debido a las investigaciones de Lava Jato; que dijeran que podrían elegir algunos países como Dubai, Antigua, Portugal y República Dominicana, dejando también abierta la puerta para otros países. Señaló que los países que sugería no tenían tratado de cooperación, lo que daría mayor seguridad de que no serían responsabilizados por las autoridades brasileñas”, afirmó el delator.

El Departamento de Operaciones Estructuradas de Odebrecht fue un objetivo de la etapa 23 de la Lava Jato, lo que llevó a la detención del comercializador João Santana, su esposa y socia, Mónica Moura, además de al propio Borin.

Fue a partir de la Operación Acarajé −llamada así en referencia a uno de los nombres utilizados en las hojas de cálculo paralelasde Odebrecht para el pago de “honorarios”−que el grupo de trabajo de Lava Jato llegó al núcleo de los pagos ilícitos delaempresa constructora.