Santo Domingo, 24 jul (EFE).- Daniel Supplice, destituido esta semana como embajador de Haití en Santo Domingo, cree que para solucionar la crisis migratoria bilateral se necesita una actitud "racional y razonable" de parte de diversos actores, según dijo en una carta al presidente haitiano, Michel Martelly.
La Presidencia dominicana divulgó hoy el texto de la carta, que tiene fecha del 23 de julio, el día siguiente de la destitución de Supplice por no haber defendido "apropiadamente" al país en medio de la crisis con República Dominicana por los problemas de los inmigrantes haitianos en este país y su proceso de regularización.
El diplomático afirma en su misiva que los conflictos entre los estados se resuelven "con calma, sabiduría y visión" y agrega que la gestión de las relaciones haitiano-dominicanas exige una "actitud racional y razonable de diversos actores" y dejar de lado el "amateurismo" y "la improvisación".
Supplice, que advierte a Martelly que su carta no es el resultado de una emoción pasajera ni el cálculo de interés alguno, señala que Haití está "condenado" a entenderse con la República Dominicana.
"He escrito varias cartas que, lamentablemente, se han quedado sin respuesta y, en mi último informe del 14 de julio, tomé la precaución de renovar la urgencia con que la diplomacia haitiana tuvo que gestionar la crisis, no sólo en el marco de la lógica defensa de los intereses nacionales, sino también favoreciendo siempre el diálogo constructivo", explica.
En su misiva, Supplice apuesta por el diálogo bilateral y recuerda a Martelly que miles de haitianos "siguen cruzando la frontera en busca de una vida mejor" y que miles de compatriotas estudian, trabajan y reciben tratamiento sanitario en República Dominicana.
"Cientos de miles de hombres, mujeres y niños continúan vendiendo su jornada de trabajo en el sector agrícola (dominicano), en condiciones extremadamente difíciles, pero no piensan en volver a su país", subraya.
En sus palabras dirigidas a Martelly, el hasta ahora embajador se refiere al Programa de Identificación y Documentación para los Inmigrantes Haitianos en República Dominicana (PIDIH), dirigido a facilitar el registro de sus compatriotas en el plan dominicano.
"Cientos de miles de personas esperaron en vano los documentos prometidos que les habría permitido regularizar su situación migratoria. Esa es también la otra cara de la realidad que tenemos la responsabilidad de administrar", agrega.
En más de 200 años de independencia, en Haití "no hemos tenido éxito en la reducción de las brechas socioeconómicas o en mitigar la espinosa cuestión de color", señala.
"Tampoco en dar a nuestros ciudadanos un acta de nacimiento demostrando que existen y crear internamente una situación que podría impedir a millones de haitianos y haitianas salir del país a todo costa y, a veces en cualquier condición", argumenta.
Por otra lado, remarca que si no se acepta "el hecho de que hay un problema, no habrá solución".
Supplice también llama a Martelly a que sea "firme" en la solución del problema y no sea "prisionero" de informes pasados o consejos provenientes de "oficinas sospechosas".
"Las personas que han confiado en usted, permitiéndole el acceso a la más alta magistratura del Estado, cuentan con usted. No soy el primer embajador de Haití en República Dominicana en ser suspendido, pero espero ser el último para evitar que, justamente, al otro lado de la frontera, no persista la creencia de que la derrota de la inteligencia parece ser una constante", concluye.
Al Plan Nacional de Regularización de Extranjeros en República Dominicana se sumaron 288.466 inmigrantes, la mayoría haitianos. EFE