WASHINGTON.- El presidente de EEUU, Donald Trump, dijo inicialmente que el ataque de Irán en represalia por el asesinato del general Qasem Soleimaní no había matado ni herido a ningún miembro del servicio estadounidense en las dos bases iraquíes atacadas por Teherán. Luego se dijo que 11 resultaron heridos por conmoción cerebral y hoy el Pentágono ha admitido que suman 34 los soldados diagnosticados con esas lesiones.
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El asesinato de Soleimaní -comandante de la fuerza de élite Al Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, unidad a cargo de las operaciones en el exterior—se produjo el día 3 de enero con el uso de drones militares de EEUU.
El ataque de venganza de Irán fue el 7 de enero, cuando disparó una batería de misiles contra dos bases de Irak (en Ain Al Asad y otra en Erbil), ambas reforzadas con tropas de Estados Unidos. Trump dijo el día 8 que no hubo bajas entre sus tropas.
En realidad suman 34 los militares estadounidenses afectados. Todos estaban en la base de Ain Al Asad, admitió ahora el portavoz del Pentágono Jonathan Hoffman y detalló que algunos de ellos fueron evacuados inicialmente a Alemania y luego a EEUU.
La versión del Pentágono se produce luego de que este miércoles Trump manifestó: "Escuché que (los soldados finalmente diagnosticados con conmoción cerebral) tenían dolores de cabeza y un par de cosas más".
Teherán y Washington rompieron relaciones en 1979 y han agravado las crisis desde que Trump ordenara en 2018 la salida de EEUU del acuerdo nuclear impulsado por su predecesor, Barack Obama, y firmado en 2015.