SERVICIOS DE ACENTO.COM.DO/EFE.-El secretario de Estado adjunto de EE.UU. para América Latina, Arturo Valenzuela, advirtió este martes, 29 de marzo, que en la lucha contra la delincuencia “la mano dura no funciona” y exhortó a los países latinoamericanos a resptar los derechos humanos, como "algo fundamental".
En el transcurso de una conversación con periodistas para analizar la gira del presidente de EE.UU., Barack Obama, a América Latina la semana pasada, Valenzuela aseguró que "no se puede hacer una política eficaz sobre seguridad ciudadana" si no hay "apego a los derechos humanos".
En momentos en los que la seguridad es la principal preocupación de los votantes en la región, por encima de problemas como el desempleo, los políticos pueden sufrir la "tentación" de "responder con mano dura, pero es algo que no funciona a menos se esté apegado al Estado de Derecho", insistió.
Esta, aseguró, es la única política efectiva a la larga, no sólo por un "compromiso moral y ético" sino porque violar los derechos humanos "se ha comprobado que no es eficaz".
"No puedes tener a la población a tu lado si estás en guerra" con ella, agregó el alto funcionario, que acompañó a Obama en una gira por Brasil, Chile y El Salvador en la que, entre otras cosas, el presidente estadounidense anunció una nueva iniciativa de cooperación para la seguridad en Centroamérica a la que EE.UU. contribuirá con 200 millones de dólares.
Según indicó Valenzuela, la política estadounidense para la lucha contra la delincuencia organizada en la región se basa en dos supuestos fundamentales: la cooperación transnacional y una óptica integral que aborde también los "temas sociales de fondo" que permiten la existencia de fenómenos como las pandillas o el narcomenudeo.
Otra prioridad, agregó el algo funcionario, es coordinar a los donantes, tanto americanos como europeos y de instituciones multilaterales, de modo de poder "ser más eficaces" y "que no se queden en el tintero cosas importantes".
Acerca de la gira por la región, el secretario de Estado consideró que la visita, la primera de Obama a Centro y Suramérica, fue "un viaje de gran importancia", que se desarrolló "a pesar de los acontecimientos mundiales", como el comienzo de la intervención militar en Libia, que obligaron al presidente a dividir su atención.
En este sentido, Valenzuela destacó el "simbolismo muy importante" de que Obama acudiera con su familia al completo y al frente de una delegación en la que estuvieron incluidos numerosos ministros de su Gabinete.
En una visita en la que presentó un discurso a la región donde ofreció una relación entre "iguales", el mandatario estadounidense pidió a los países latinoamericanos su cooperación para "no flaquear" en la defensa de los derechos humanos.
Obama quiso lanzar un claro mensaje de apoyo a las libertades fundamentales, insistió Valenzuela, con gestos como su visita a la tumba de monseñor Óscar Romero, asesinado en El Salvador, por sus críticas a los métodos represivos del Ejército del país, en 1980 mientras oficiaba misa.
"No se puede pensar en algo más importante simbólicamente para destacar lo importante que son los derechos humanos que visitar la tumba de un arzobispo asesinado en el contexto de graves violaciones de los derechos humanos", aseguró.