El viernes 13 de febrero, Estados Unidos redujo las reducciones a las importaciones de bienes y servicio de emprendedores privados cubanos, en el contexto de la política de acercamiento de Washington anunciada por los presidentes Obama y Raúl Castro el pasado diciembre.
Sin embargo, el Departamento de Estado dijo que hay muchos bienes excluidos de la liberalización, entre estos, tabaco, productos vegetales y algunos textiles.
Un elemento importante pudiera ser una mayor apertura para los servicios, que facilitarían a los diseñadores gráficos cubanos, programadores informáticos, investigadores de mercado y otros adquirir clientes de Estados Unidos.
El Departamento de Estado estadounidense dijo que la importación de todos los bienes está permitida ahora, excepto en algunas categorías, como animales vivos, vehículos, productos minerales, maquinaria y algunos metales básicos. Pero se permite la exportación de todos los servicios.
Tampoco quedó muy claro qué productos cubanos podrían llegar al mercado de Estados Unidos.
Esta medida es el paso más reciente hacia la normalización de las relaciones después de que EE.UU. y Cuba acordaron el 17 de diciembre iniciar el proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas y de que el presidente estadounidense Barack Obama llamara a poner fin al prolongado embargo económico a la isla, un remanente de la Guerra Fría.
Hasta el momento, no está claro si Cuba relajará sus normas para permitir que los cubanos exporten a los Estados Unidos.
Según las leyes cubanas, los empresarios del sector privado no pueden importar y exportar productos o servicios sin una licencia del gobierno. Pero a los artistas se les permite vender su trabajo a los extranjeros, y hay una cooperativa de aves exóticas que obtuvieron una licencia en 2013, dice una nota de la agencia Reuters.
El presidente del Centro de Investigaciones Cubanas en Alexandria, Virginia, Philip Peters, dijo que el paso de poner la pelota en el terreno de Cuba es para ver cómo el Gobierno reaccionaría a la apertura del sector privado.
El cambio en la política de la administración Obama incluye permitir el uso de tarjetas de crédito y débito de los EE.UU. en la isla, lo que de hecho aumenta la cantidad de dinero que se puede enviar a los cubanos, además de la exportación de equipos y servicios de telecomunicaciones.
Según un abogado relacionado con la práctica comercial internacional en EE.UU., el gobierno estadounidense está cambiando la orientación de la política para permitir que el sector privado “florezca en Cuba".
“Es una buena noticia que ahora podamos vender en el mercado de Estados Unidos”, cita Reuters a Nelson Espinosa, un comerciante en una calle en La Habana que vende artefactos tallados en madera. “En realidad no es nuestro objetivo. Lo que realmente queremos son turistas ‘americanos’. Eso sería más fácil tanto para nosotros que todas las molestias de obtener licencia para exportar a través del aeropuerto”.
Pero, como resulta obvio, en este asunto deciden dos partes. Falta ver cómo responde el gobierno cubano.