Cortesía de Deutsche Welle
En Alemania, la educación sexual comienza a impartirse en las aulas desde la educación básica. Los padres que pretendan impedir que sus hijos asistan pueden ir a la cárcel, so pena de ser sancionados.
En Alemania, la responsabilidad de proporcionar educación sexual a niñas y niños no es un papel exclusivo de la familia, sino un deber del Estado. A partir de la educación básica, los alumnos comienzan a recibir información sobre la educación sexual.
Por ley, los 16 estados federados de Alemania están obligados a promover la educación sexual en las escuelas, en colaboración con instituciones encargadas de asuntos familiares. Para ello se basan en un catálogo educativo vigente a nivel nacional. La Central Federal de Educación en Materia de Salud (BZgA), creada en 2003 en Alemania como centro especializado de la Organización Mundial de la Salud, es la principal responsable de implementar esas directrices, que, a su vez, son guiadas por los Patrones para la Educación Sexual en Europa (2010).
Los padres y madres son informados antes de que comiencen a impartirse los temas relacionados con la educación sexual, pero no tienen derecho a decidir de manera directa si sus hijos o hijas deben o no acudir a dichas clases. Una ley sanciona a los padres o madres que permitan o promuevan que sus hijos o hijas falten a la escuela.
En 2013, un padre fue encarcelado por prohibir que una de sus hijas recibiera educación sexual en una escuela de Renania del Norte-Westfalia. En 2017, la familia, de origen ruso, decidió regresar a Siberia por no estar de acuerdo con el sistema educativo alemán.
Además de enseñar acerca de métodos anticonceptivos y aspectos biológicos implicados en la sexualidad, maestros y alumnos también discuten temas como la igualdad de género, los valores sociales, y las emociones relacionadas con la sexualidad y las relaciones humanas.
Se aborda la educación sexual desde una perspectiva holística, considerando los distintos aspectos de la sexualidad. Por eso, en la mayoría de los estados federados, la educación sexual está integrada a otras materias como ética, biología, religión y ciencias sociales. En algunos estados alemanes, hay materias específicas de educación sexual.
El índice de uso de la píldora anticonceptiva es alto entre las jóvenes alemanas, así como el uso del preservativo en los hombres, lo cual contribuye a que haya niveles relativamente bajos de embarazo adolescente en el país. Cuanto mejor sea la educación sobre el tema, menor es la probabilidad de contraer enfermedades sexuales transmisibles, o de que se produzca un embarazo precoz.
Para la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (Unesco), la educación sexual es un tema urgente en las escuelas, y de ninguna manera incentiva el comportamiento sexual de riesgo. Por el contrario, los futuros jóvenes tendrán más responsabilidad sobre su salud sexual y reproductiva.