Miami, Florida. – Las repercusiones de la denomina “Marcha del Millón” en contra de la corrupción y el cese de la impunidad en la República Dominicana, llegó una vez más hasta los Estados Unidos y la acalorada ciudad de Miami en el Estado de la Florida, donde ciudadanos de origen dominicanos se apostaron desafiantes a las altas temperaturas, en una esquina cercana al Aeropuerto Internacional de Miami, bajo el lema “Tiene que Ser Ahora”, en solidaridad con los esfuerzos de la sociedad civil en el país caribeño en contra del flagelo de la corrupción.

En la convocatoria realizada por ciudadanos dominicanos que viven en el Estado de la Florida, vestidos de un verde tan sólido como el entorno de los arbustos tropicales del ecosistema terrestre de esta zona dentro de los Estados Unidos, portando pancartas alusivas a sus reclamos, reza la petición que cual Fray Antón de Montesinos, quizá sea la “Voz que Clame en el Desierto”, pidiendo “No Más Impunidad, Por la Justicia y Por la Democracia.”

Se concentraron justo cuando el sol radiante desplegaba con más ímpetu sus rayos luminosos, como si quisiera quemar de una vez y por todas el flagelo social de la corrupción en la “Tierra del Merengue”. Pancartas en mano, en las que solicitaban “a la Cárcel los corruptos”, se apostaron en esta parte de Miami, abanderados con el símbolo patrio tricolor confeccionado por María Trinidad Sánchez y Concepción Bona.

“Estamos aquí para pedir cárcel para los corruptos en la República Dominicana, el cese de la impunidad y los demás males sociales que están obstruyendo el crecimiento de la gran nación dominicana”, subrayaron desafiantes los ciudadanos, entre los figuran Roberto Sánchez, Rosa Melinda Rodríguez y otros miembros de la diáspora.

Ante la mirada atónita de transeúntes y conductores, no acostumbrados a ver este tipo de protestas en Miami y menos con las vestimentas verdes, quienes pensaban que se trataba de algún tema en torno al medio ambiente, pero al leer las pancartas, asintieron con sus cabezas que “eso tiene que ser así” y no faltó alguno que, aunque no es dominicano, cruzara para unirse al grupo en virtud de que según señala “tenemos que erradicar la corrupción de la faz de la tierra”, dejaron sentir sus reclamos.

“La corrupción es la culpable de que muchos de nosotros hayamos tenido que emigrar a playas extranjeras en busca de mejor calidad de vida. Se lo roban todo en nuestros países y así nos van robando el futuro de nuestros hijos”, dijo un venezolano que cruzaba por la zona y quien dijo estar en consonancia con estos reclamos sociales.

El Movimiento Cívico Social denominado “Marcha Verde” se ha extendido también hasta otros países y Estados dentro de los Estados Unidos, sino además en el Continente Europeo, avalado por los dominicanos que residen en esta parte del globo terráqueo y que según sostienen “están hartos hasta la coronilla de la corrupción sistemática que padece la República Dominicana” han unido sus voces al unísono.

Los protestante piden además “Cero Tolerancia con la Impunidad”, amén de otras peticiones adjuntas en su movimiento, el primero de este género, que se recuerde en la historia cívica de la República Dominicana, un país donde la característica que se convirtió en “común denominador en las protestas”, eran quemas de neumáticos, huelgas generales, paralizaciones diversas y otros métodos antológicos, que a su vez, eran también motivo de intervenciones policiales que muchas veces provocaban serios enfrentamientos y muertes de jóvenes en edades útiles y productivos al país.

Al cierre de la concentración, que habitualmente solía hacerse en el Parque Juan Pablo Duarte, en el corazón del Barrio dominicano de Allapattah, los ciudadanos que no se amedrantaron por la ola de calor, firmes en su propósito de hacer un llamado a la conciencia y las autoridades sobre sus demandas cívicas, agradecieron a “todos los hermanos dominicanos de Miami, que prefirieron acompañarles en solidaridad con la Marcha del Millón en la República Dominicana, en vez de disfrutar en este domingo histórico de un rico baño en la playa para menguar el calor sofocante y pedir a viva voz desde la Florida, Cero Tolerancia contra la Impunidad. No importa la cantidad, sino que somos los dominicanos que vivimos en la diáspora que estamos preocupados."

Gregorio, miembro del movimiento en Miami, criticó "las altas sumas de dinero que reciben funcionarios pensionados por el Estado, amén de la miseria que reciben trabajadores en el país", entre otros males sociales, que a su juicio, "dejan mucho que desear en la nación."