Broward, Florida. – Pasada casi una semana de la masacre ocurrida en este Condado en la Escuela Secundaria Marjori Stoneman Douglas, con una matrícula estudiantil de unos 3,200 estudiantes y donde murieron a manos de Nikolas Cruz, 17 personas entre ellos profesores y mas de 14 resultaron heridos, la comunidad floridana y específicamente la dominicana, no logra reponerse del dolor e impotencia ante la tragedia.

El tema obligado en centros escolares, supermercados, parques, estaciones de gasolina y los lugares frecuentemente visitados por los dominicanos, sigue siendo “la terrible tragedia en la escuela Stoneman Douglas y las acciones de las autoridades para evitarla.”

“No sabemos cómo pudo haber en la cadena de instituciones a cargo de velar por la seguridad de nuestros niños en las escuelas, lo que todos hemos podido ver, profundas negligencias en muchos sentidos, así lo percibimos”, dijo a este medio “Mariela”, una madre que no quiso revelar su apellido.

“Mi hijo es autista. En la escuela donde lo tenía inscrito recomendaron de inmediato que lo vieran especialistas en el área de la salud. Procedí con las recomendaciones de lugar, pero me sentí tan asediada porque ellos querían prácticamente obligarme a que recibiera asistencia con un siquiatra que terminaron haciendo que yo, ya justo en estos días, esté preparando mi mudanza para otro Estado y si no me regreso a República Dominicana.”

“Entonces me pregunto, en este caso, donde sí había indicios severos de un problema fuerte de violencia en la conducta del joven que penetró a la escuela Stoneman Douglas, ¿por qué ellos no actuaron con el mismo impetú que en otros casos? El sistema falló para detener a tiempo todo un esquema de violencia que vivía a lo interno este muchacho”, refirió la dama.

En Allapattah

En el barrio dominicano de Allapattah el miedo se ha hecho presente entre los dominicanos que viven en esta zona y llevan sus hijos diariamente a las escuelas, luego del tiroteo que dejó mas de una decena de muertos y heridos.

“Estamos viviendo momentos de angustia. No nos sentimos seguros cada día al dejar en el autobús a nuestros hijos o en el frente de la escuela, luego de la masacre. Aunque han repetido varias veces que las escuelas son seguras, nosotros como padres no lo vemos así”, dijo a este medio Mercedita Ramírez, quien vive próximo a la 17 avenida del NW.

En la misa celebrada este domingo en la Iglesia de Corpus Christi, se “oró por todos los familiares, padres, amigos, profesores y la comunidad afectada tristemente por la gran tragedia que afectó a nuestro Estado.”

La angustia, según refieren los padres, “no solo la estamos sufriendo nosotros, sino que además nuestros hijos están constantemente confundidos y temerosos ante cualquier sirena que oyen. Fíjate que a solo dos días de la Masacre de San Valentín, como le han denominado, las autoridades apresaron a una niña de apenas 11 años en Davie en Broward, quien había advertido mediante un mensaje amenazante que acabaría con todos en la escuela donde estudia.”

A pesar de que las banderas ondearon a media asta, todos siguen sientiendo el mismo dolor por el terrible tiroteo y la secuela de muertes y heridos.
A pesar de que las banderas ondearon a media asta, todos siguen sientiendo el mismo dolor por el terrible tiroteo y la secuela de muertes y heridos.

Otros casos de amenazas en Escuelas

Luego de la matanza perpetrada por Nikolas Cruz en la Escuela Stoneman Douglas, razón por la cual permanece en una cárcel del Condado de Broward para atender a los requerimientos de la Justicia, la cual deberá enfrentar la decisión de si condena a cadena perpetua o pena de muerte al joven, varias escuelas han debido ser cerradas ante amenazas recibidas.

En la semana pasada, dos escuelas de Kendall, fueron cerradas e investigadas tras aparente amenazas. Mientras que en Hialeah, varios alumnos enviaron mensajes a sus padres señalando que “la escuela está cerrada porque hemos recibido una amenaza”, poniendo más aún en vilo a las autoridades en torno al tema.

El autor de la masacre, Nikolas Cruz, compareció en la Corte ante la Jueza Elizabeht Scherer, quien leyó los cargos en su contra, 17 en total por asesinato en primer grado, es decir “con premeditación y alevosía”. Le fue negado el derecho a fianza.

Entre tanto, la familia que lo acogió dice “nunca haber visto el monstruo que llevaba por dentro.” La familia Snead, quien le habría permitido vivir en su casa, dijo que “el siguió las reglas del hogar a rajatablas y que no tenían idea de sus tendencias violentas”, según.