Nueva York, 9 ago (EFE/Ruth E. Hernández Beltrán).- El merengue y la alegría de la comunidad dominicana se tomaron hoy las calles de Nueva York durante su tradicional desfile, marcado este año por abucheos al alcalde Bill de Blasio y la negativa de líderes de esta comunidad a marchar junto a él por criticar la política migratoria de su país.
"Estamos ofendidos, somos un país soberano", fue la respuesta de algunos de los que le abuchearon en su recorrido por la Sexta Avenida, donde cada año se realiza el multitudinario evento.
Miles de dominicanos celebraron hoy el desfile, el primero que se realiza desde que la Fiscalía general del estado intervino el pasado marzo la organización por no cumplir con los requisitos que rigen a entidades sin ánimo de lucro y designara una nueva junta directiva.
Tras el escándalo con la organización -que también ocurrió con el desfile puertorriqueño hace dos años- los dominicanos han enfrentado además la controversia surgida con la comunidad haitiana en su país, luego de la aprobación de una nueva ley de naturalización, que llevaría a la deportación de miles de sus vecinos
Los dominicanos -cuya presencia en lo que hoy se conoce como Nueva York se remonta a 1613 con la llegada de Juan Rodríguez- acudieron vestidos con el rojo, azul y blanco de su bandera, que ondeaban al paso de personajes de sus carnavales.
Así, se vieron diablos cojuelos y lechones, con sus brillantes vestimentas multicolor, y robalagallina, junto a carrozas y artistas como el cantante Johnny Ventura, un icono de la música popular dominicana, designado rey.
El gran mariscal fue el expelotero Pedro Martínez, que acaba de ingresar al Salón de la Fama del Béisbol, quien junto a Ventura acaparó los mayores vítores.
Entre las más de siete mil personas que desfilaron estuvieron además los veteranos cantantes Kinito Méndez y Eddie Herrera, o el joven Mozart la Para, que se abre paso en el mundo de la música urbana, entre otros.
Tras el escándalo con la organización -que también ocurrió con el desfile puertorriqueño hace dos años- los dominicanos han enfrentado además la controversia surgida con la comunidad haitiana en su país, luego de la aprobación de una nueva ley de naturalización, que llevaría a la deportación de miles de sus vecinos.
De Blasio, que desfiló sosteniendo una bandera dominicana, ha sido repudiado por los dominicanos tras catalogar de "ilegal e inmoral" la nueva ley y hacer un llamado a un boicot al turismo, razón por la que ha sido abucheado en eventos de esta comunidad y por la que se hizo el corte de la cinta sin su presencia.
"Sigo profundamente preocupado por el trato a los dominicanos de origen haitiano", indicó el alcalde en un comunicado, en el que asegura que por "razones políticas estrechas algunos activistas tratan de impedir que hable sobre las injusticias en la República Dominicana".
"Su oposición no me hará callar", afirmó el alcalde, a quien el cónsul Eduardo Selman acusó de haber ofendido a su país "con reacciones inesperadas para un funcionario de su nivel y que no le correspondían".
Recordó que De Blasio les acusó de haber aprobado una ley racista y de deportar haitianos porque son negros. "Tenía que haber verificado la verdad antes" de hablar, dijo Selman, quien reiteró que la situación no cambiará con el alcalde hasta que no se disculpe con su país.
"Dominicanos libres y soberanos" y "Cien por ciento dominicanos, rechazamos cualquier injerencia en nuestros asuntos internos, vengan de donde vengan" eran algunos de los letreros que se mostraron durante el desfile en respuesta a las críticas, que han llegado también de la comunidad internacional.
Los isleños acogieron hoy con beneplácito una carta enviada por el presidente estadounidense, Barack Obama, a través del embajador de EE.UU. en la República Dominicana, James Brewster, que les felicita y reconoce sus aportes al país.
El gobernador de Nueva Yorl, Andrew Cuomo, no faltó a esta cita asegurando que es uno de sus desfiles preferidos y recordó que hay más dominicanos en Nueva York -cifra que se estima en unos 600.000, el mayor número fuera de su país- que en cualquier otro estado.
Además, agradeció haber recibido antes del desfile el premio Juan Pablo Duarte -el padre de la patria dominicana-, que por primera vez se otorga a un gobernador.
"Reconocimos al gobernador porque él escucha y lo que pedimos de los líderes es que escuchen nuestras opiniones, que se nos tome en cuenta en la toma de decisiones. El Gobernador siempre ha escuchado ambos lados y tomado decisiones imparciales", dijo a Efe el senador estatal Adriano Espaillat, que entregó el reconocimiento. EFE