Santo Domingo, 2 oct (EFE).- El procurador general de la República Dominicana, Francisco Domínguez Brito, aseguró hoy que un "buen equipo" de esa dependencia trabaja "muy duro" en el caso del sacerdote polaco Wojciech Gil, sospechoso de haber abusado de menores en este país, y contra quien dijo esperar "sanciones".

El funcionario se expresó así por Twitter después de que la Policía polaca anunciara hoy que localizó a Gil, quien desapareció desde que su caso se difundió en la nación caribeña en mayo pasado.

Gil, buscado por Interpol, es sospechoso de haber abusado de al menos tres adolescentes en la República Dominicana, donde estuvo al frente de la parroquia de Juncalito (norte) durante los últimos ocho años.

El portavoz de la Policía polaca, Mariusz Sokolowski, explicó que Gil se había refugiado con sus padres en Modlica, un pueblo del sur de Polonia, y no ha sido detenido porque Interpol sólo quería conocer su paradero y por ahora no ha pedido su arresto.

Ante cuestionamientos de tuiteros por el hecho de que la Interpol no detuvo a Gil tras ubicarlo, Domínguez Brito dijo en la red social que "hay orden de arresto y captura por la declaratoria de rebeldía (del sacerdote). Ahora estamos completando el proceso formal" de solicitud.

También escribió que "hay un buen equipo" del Ministerio Público "que está trabajando muy duro en este proceso para que hayan las sanciones de lugar".

"Luego de emitida la orden de arresto y captura, ahora estamos completando el proceso formal, siguiendo los procedimientos", insistió el funcionario.

Domínguez Brito solicitó el pasado 26 de septiembre la captura internacional de Gil tras la decisión del Tribunal de la Cámara Penal de la Corte de Apelación de Santiago (norte), que declaró en rebeldía al cura.

La declaración de rebeldía fue sustentada en virtud de que el sacerdote se ausentó de su domicilio y del país para sustraerse del proceso que se sigue en su contra por supuesta violación y agresión sexual agravada en perjuicio de varios menores de edad de la comunidad de Juncalito.

Al caso de Gil se suma el de otro sacerdote polaco acusado de abusos en la República Dominicana, el arzobispo y ex nuncio apostólico en la isla Jozef Wesolowski.

La Iglesia católica polaca pidió "perdón" recientemente, pero de forma genérica, a los menores víctimas de abusos sexuales en Polonia y la República Dominicana, y recordó que estos dos sacerdotes bajo sospecha son inocentes hasta que no se demuestre lo contrario.

El cardenal dominicano, Nicolás de Jesús López Rodríguez, también pidió perdón a las presuntas víctimas de ambos y señaló que "estamos ante una situación que a los hijos e hijas de la Iglesia católica nos preocupa y avergüenza". EFE