SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La resolución que prohíbe a los oficiales superiores, subalternos y alistados abordar el ministro de Defensa fuera de su despacho, para tratarle "temas personales" o institucionales, ha recibido el rechazo e indignación en sectores militares.
El pasado 3 de septiembre, el Ministerio de Defensa emitió el memorándum No. 15, en el cual advierte a los militares de diferentes rangos, de posibles sanciones si intentan abordar al teniente general Luciano Diaz Morfa fueron de su despacho.
“La orden dirigida a los directores y subdirectores del Ministerio de Defensa refieres: “(…) se le solicita instruir al personal bajo su respectivo mando, en el sentido que a partir de la fecha ( 3 de septiembre 2020) queda terminantemente prohibido a todos los oficiales superiores, subalternos, alistados y asimilados, abordar al señor ministros de Defensa fuera de su despacho con la finalidad de tratar temas personales y de índole institucional.”
Varios generales y coroneles consultados, bajo anonimato, por periodistas de Acento.com.do, califican la medida de indignante. Sin embargo, reconocen que la misma está contemplada en el Reglamento Disciplinario de las Fuerzas Armadas, pero dicen que data de la era del generalísimo Trujillo.
“Desde hace dos décadas los altos mandos militares procuran un acercamiento cada vez más frecuente con sus soldados. Los escuchan y sin necesidad de acudir a las comandancias o al despacho del ministro de turno, les conceden la oportunidad de plantear sus problemas, que por lo general son asuntos menores.
Actualmente hay más de mil coroneles y generales sin funciones desde hace cuatro, ocho y hasta 10 años- Ahora, con las nuevas autoridades, tratan de buscar una designación a través del ministro de Defensa. Esta prohibición les impide a los oficiales tratar de buscar solución a sus aspiraciones.
En las gestiones de los ministros Aquino García y Peña Antonio se implementaron las audiencias, donde cada mes los altos mandos encabezados por el ministro de Defensa, se reunía con 200 militares de diferentes rangos, para escuchar sus necesidades y tramitar soluciones.
Posteriormente también los ministros Pérez Feliz, Sigfrido Pared Pérez y Paulino Sem mantuvieron una política de acercamiento hacia sus subalternos que se manifestaba en sus frecuentes recorridos por los recintos militares y la frontera.