SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La “gran revisión” de la ley de la seguridad social dominicana que está en marcha actualmente está permitiendo debatir “a ver si la intermediación en la salud es necesaria o no. En mi opinión personal, no es necesaria. Con una gran aseguradora pública nosotros podemos funcionar perfectamente”, remarcó el titular de esta instancia del Estado.
El gremio que aglutina a las llamadas Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) privadas ha expresado su oposición a que la estatal SeNaSa sea la aseguradora de los empleados públicos, asunto que ha sido ventilado en todas las instancias judiciales del país, incluido el Tribunal Constitucional.
“Si no nos ponemos los pantalones no vamos a tener un sistema de seguridad social adecuado”, añadió Morales Billini tras subrayar que “no tenemos por qué entregar dinero para que los intermediarios (las ARS privadas) se queden con gran parte de esos recursos que deberían ir a los pacientes que lo necesitan para poder sobrevivir”.
Con el sistema de intermediación existente, el Ministerio de Salud en cuanto a los recursos “no cuenta para nada” y las ARS, prosiguió el funcionario, “dedican a la salud lo que ellos entienden que debe ser y (siempre que) no lesione sus intereses. Cuando ese dinero entra en el sistema financiero (que es el que maneja las ARS), los sectores financieros piensan que es dinero de ellos", subrayó.
Advertido por Salud de Acento de que algunas ARS sostienen que están trabajando a pérdida, Morales Billini recomendó: "entonces que abandonen (…); esa es la única forma” de que no sigan perdiendo…
Los copagos, los deducibles, una “serie de trucos”
Sobre los deducibles que impone el sistema de las aseguradoras, Morales Billini recordó que “los llaman copagos y que son cada vez más y más altos”.
Se conoce como deducible la suma de dinero que la compañía de seguros no indemniza. El asegurado desembolsa la parte inicial y la aseguradora cubre los montos que superen el deducible.
Es una suerte de “serie de trucos de cámara” y así los deducibles terminan siendo “el costo del mismo procedimiento” médico requerido por un paciente, añadió Morales Billini y apuntó que esta práctica es parte de “un modelo que vino embotellado, enlatado, impuesto con (la concesión de) una serie de préstamos (a cambio de) reformar el sector de la salud”.
Esos préstamos “desmontaron el sistema social público de salud” que existía y en algunos países de Europa, por ejemplo, agregó el titular de Incort, sigue en vigor con un método tripartito, donde la seguridad social es costeada por el Estado, los trabajadores y los empresarios.
El sistema de salud de Estados Unidos, que en los años de la década de los 70 “estaba entre los mejores cinco niveles del mundo”, fue asimismo privatizado y ahora, con la intermediación de las aseguradoras, lamentó el jefe de Incort, “andará quizá en el nivel 30 más o menos, con más de 50 millones de personas sin aseguramiento de ningún tipo”.
En el ámbito de los trasplantes de órganos, tejidos y células del cual es la autoridad nacional, el Dr. Fernando Morales Billini advirtió que, con el esquema de las ARS, no existe “una representación económica muy medible, a no ser en cifras de muertes, porque cuando tú no das atención hay muerte y eso es responsabilidad de alguien”, remató.