SAN FRANSISCO DE MACORÍS, República Dominicana. – El renunciante procurador adjunto de la Corte de Apelación de la provincia Duarte, Huáscar Antonio Fernández, recibió visitas periódicas mensules como medidas de coerción por la denuncia de violencia de género en su contra.
Fernández fue denunciado por posibles vecinos, quienes al escuchar gritos y llanto sostuvieron que golpeaba a su esposa, Rosenia Altagracia de la Cruz. Ante esto, una patrulla del 911 se presentó en su casa y lo apresó el pasado martes 26 de noviembre.
Posterior a eso, las autoridades trasladaron a Fernández a la capital, ya que le correpondía ser juzgado en jurisdicción privilegiada por su condición de procrador adjunto. Una vez en la sede de la Procuraduría General de la República (PGR)y Suprema Corte de Justicia (SCJ), el imputado renunció al cargo y fue enviado de regreso a la referida provincia para conocer las medidas de coerción en tribunal ordinario.
La Oficina de Atención Permanente de San Francisco de Macorís dictó las medidas cautelares pasada la media noche.
Aunque el Ministerio Público solicitó un año de prisión preventiva y una orden de alejamiento, la corte no acogió estas medidas porque de la Cruz, esposa del supuesto agresor, declaró a su favor y defendió que él no la golpeaba.
Ante la situación, el exprocurador adjunto dice que la denuncia forma parte de una trama en su contra que tienen enemigos que buscan sacarlo del sistema de justicia.
A esas presunciones suma que hace años las autoridades allanaron su casa y luego argumentaron que fue por error, al confundirlo con un sospechoso de narcotráfico. El imputado entiende que los hechos están conectados y que nunca existió una confusión para allanarlo, sino que se hizo a conciencia como excusa.