Dominicanos de la diáspora que reside en los Estados Unidos ven con suma preocupación los incidentes violentos de inseguridad que se registran en la República Dominicana, como el reciente asesinato de la arquitecta Leslie Rosado por un agente policial, y algunos de ellos manifiestan "temor al momento de viajar al país”.
Solicitan a las autoridades “poner coto urgentemente a la situación” que, según refieren, “parece que se ha escapado de las manos”, aunque evalúan que “no es cosa del actual gobierno, sino que es un proceso que ha ido escalando poco a poco y que debe frenarse de inmediato”.
Enmanuel Batista, que reside en la zona de Naples en Florida, indicó que “nunca antes había visto el país con una ola de atracos por doquier como en los últimos años", siendo una situación que fue escalando "y que ahora vemos como resultado escenas como la que todos los dominicanos y la sociedad en general vio cuando ocurrió la muerte de la arquitecta Leslie Rosado”.
“Estamos angustiados de que nuestras familias en la República Dominicana no tengan tranquilidad en sus hogares. No se atreven ni a salir ni a sentarse en las galerías. Usted ve por las redes sociales atracos a diario a granel. No se confía en la institución que se supone debe velar por la seguridad de los ciudadanos, como lo es la Policía Nacional. Excúseme, pero la seguridad ciudadana en República Dominicana está en cuidados intensivos y necesita más que de equipos de ayuda de quienes estén dispuestos a salvarla”, agregó Batista.
La gran mayoría de los dominicanos de la Florida, Nueva York y Puerto Rico, coinciden en que “es necesario hacer algo urgente con la ola de violencia y criminalidad que vive la República Dominicana, donde sus barrios sufren a diario los estragos de robos y atracos por doquier y hasta frente a las narices de la misma Policía Nacional.”
En Nueva York, consultamos al respecto a Doña Soledad Martínez, una dominicana que dijo tener más de 25 años viviendo en Washington Heights.
“A mi me cuesta decirle que mi tía solía sentarse cada tarde frente a su casa en Los Minas. Desde hace ya algún tiempo, en la misma calle donde vive, ha sido testigo de más de un atraco, donde a mujeres indefensas, les quitan las carteras delincuentes motorizados, una de ellas, fue arrastrada con todo y niña hasta que lograron llevarle la cartera y lo poco que tenía. Eso a mi me tiene muy mal, pues es la inseguridad de mi familia y la mía propia la que está en riesgo cuando viajo algunos días al país. No puede seguir la cosa así. Y lo de Leslie no tiene madre”, dijo a este medio.
“Yo honestamente creo que amerita una solución rápida este problema de la violencia y los robos en República Dominicana. La última vez que viajé al país, no me atreví a salir a visitar mis demás familiares y no por COVID, sino por los atracos por doquier. Yo quiero que allá todos sepan que nosotros estamos muy informados con lo que pasa en el país. Eso es robo, robo y delincuencia en donde usted menos espera. Por Dios hagan algo con ese país”, dijo impotente doña Soledad.
Entre tanto, Ana Miriam Mateo Rodríguez, vive en Silver Spring, Maryland. Explica a este medio que “al igual que la gran mayoría de sus compatriotas en Estados Unidos, se siente muy descontenta con la ola de atracos que azota por doquier a la República Dominicana.
“Yo quiero que usted sepa que no es solo de barrios pobres la situación. Atracan de día, de tarde, de noche, a toda hora y tampoco es exclusivo de sectores marginados. Tengo un primo que vive en una zona residencial de gran ingreso. En días pasados estando allá, vimos como uno de los servicios de seguridad del edificio, impidió que le quitaran el vehículo a una vecina. Es horroroso, algo deben hacer. Una imagen muy negativa y un nivel de ansiedad para toda la población y no solo para los que están allá, sino también para los de aquí”, indicó.
Gran mayoría de acuerdo con reforma policial
De igual modo, la diáspora ve con satisfacción que el gobierno de Abinader logre la ansiada reforma policial que dé paso a otra nueva institución del Orden Público que verdaderamente vele por la seguridad ciudadana.
“Es una transformación completa de arriba abajo que tienen que hacer. Yo creo que hasta el uniforme ese gris tiene que cambiar. Se deben incrementar los salarios a ver si no se corrompen para ser muchas veces parte de la misma ola de crímenes y delitos que se cometen en la República Dominicana” sostiene la diáspora.