NEW YORK, Estados Unidos.- El New York Daily News había dado informaciones importantes sobre la participación de Carlos Bergantiños Díaz en una controversial polémica sobre fraude en varias galerías de artes de la ciudad de Nueva York.

De acuerdo con una nota periodística del 1 de abril del 2012, José Carlos Bergantiños es el marido de la principal culpable del fraude, Glafira Rosales, y tiene una hija con ella, pero su abogado dice que técnicamente no están casados.

Bergantiños tiene varios negocios en la República Dominicana, ha realizado inversiones y mantiene conflictos judiciales abiertos en el país. Ha publicado espacios pagados en controversias que mantiene y ha sometido a ciudadanos dominicanos ante la justicia de Nueva York. Su abogado en la República Dominicana ha sido el licenciado Vinicio Castillo Semán.

“El compañero de Glafira Rosales por largos años, José Carlos Bergantiños Díaz, también fue mencionado en el caso de falsificación de pinturas”, dice la información publicada entonces por el New York Daily News.

La crónica del diario explica que “una pintura del artista estadounidense Jean-Michel Basquiat es el centro de la investigación sobre pinturas falsas”.

El texto periodístico dijo que a medida que el FBI investigaba si decenas de pinturas de creadores de renombre suministradas por la negociante de obras de arte de Long Island, Glafira Rosales, a otras galerías son falsas, “comenzaron a llegar poco a poco detalles sobre la participación del durante mucho años compañero de Rosales, José Carlos Bergantiños Díaz, en un litigio sobre una pintura falsificada supuestamente de Basquiat”.

Desde el año 2011 Rosales estaba bajo escrutinio por vender supuestas pinturas de Mark Rothko, Jackson Pollock, Willem de Kooning y otras obras modernistas que una serie de expertos en arte calificaron como falsificaciones. Este martes Glafira Rosales admitió su culpabilidad ante una corte penal de Nueva York.Bergantiños y Glafira Rosales

Según un informe del New York Times, los pigmentos que se encuentran en algunas de las pinturas aún no se habían creado en la época en que supuestamente fueron creadas las obras de arte.

Desde que estalló el escándalo, la galería de arte más antigua de Nueva York, Knoedler & Company, que había vendido varias de las pinturas en cuestión -una por US$17 millones- cerró y ha sido nombrada en dos demandas multimillonarias. (Se ha reportado que la empresa afirma que su cierre fue una decisión comercial y que no está relacionada con sus problemas legales.)

La investigación tambaleó al mundo del arte de Nueva York y personas bien informadas “han comenzado susurrar la historia de la pareja de mucho tiempo de Rosales, Bergantito Díaz, con quien tiene una hija. (La pareja ha sido identificada en los informes de los medios de comunicación como marido y mujer, pero su abogado Anastasio Sarikas dijo que no están casados ​​“técnicamente”.)

El nombre de José Carlos Bergantiños Diaz aparece en dos demandas relacionadas con la casa de subastas Christie´s.

La más reciente fue una demanda de 2007 que el marchante de arte Tony Shafrazi y el coleccionista Guido Orsi presentaron contra Christie´s en la Corte Suprema de Manhattan.

Ambos dijeron que la casa de subastas había vendido a sabiendas la pintura de Basquiat, a pesar de haber sido advertidos de antemano de que su autenticidad estaba cuestionada.

En los documentos que obtuvimos del archivo de la corte, dice el New York Daily News, la juez Shirley Korneich señala en su decisión desestimar el caso, que “Christie´s entró en consignación con José Carlos Bergantiños Diaz” para la pintura sin título de Basquiat de 1982 que fue el centro de la demanda Shafrazi y de Orsi. (Bergantiños Díaz no fue acusado en el caso.)

En 1996, Bergantiños Díaz estuvo involucrado en otra demanda de Christie´s. En esa ocasión, la casa de subastas lo demandó después que hizo una puja de US$96,000 por una pintura del siglo XIX de Eduardo León Garrido, y luego no pagó por ella.

En su defensa, José Carlos Bergantiños Díaz afirmó que estaba actuando como representante de su hermano Jesús Bergantiños Díaz, que vivía en España. Como resultado José dijo que no debería ser responsable de pagar la cuenta.

Sarikas, el abogado de Díaz, nos dijo que su cliente estaba “de hecho, actuando como agente de su hermano Jesús Bergantiños”, pero, añadió, que José terminó cumpliendo. "Él pagó más de US$100,000″, dijo Sarikas. “No es un incumplidor”.

Sarikas también insistió en que Díaz “nunca ha vendido ni un solo cuadro que esté en controversia. Ni uno solo. A nadie”.

El abogado, quien también representa a Rosales, de 55 años, la defendió con estas palabras: “Ella nunca ha vendido ninguna obra a sabiendas de que no fuera real”, dijo Sarikas.

Este martes Glafira Rosales admitió la responsabilidad en la falsificación y la estafa por más de 80 millones de dólares, y su compañero sentimental tiene paradero desconocido.

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