LA VEGA, República Dominicana.-Miembros de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA) detuvieron este sábado al exadministrador de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Norte (Edenorte), Julio Cesar Correa.

El arresto del exfuncionario se realizó luego de un allanamiento a su residencia ubicada en el residencial Bartolo, en la Provincia de La Vega, en un operativo en el que habrían participado agentes policiales SWAT.

Correa fue sacado de su residencia a la 1.45 de la madrugada de hoy domingo.

En las redes sociales circuló la imagen del exadministrador de Edenorte esposado, aún dentro de su vivienda.

Hasta el momento, las autoridades no han informado los motivos del operativo ni de su arresto.

Sin embargo, el pasado 12 de noviembre, Maxi Montilla Sierra, cuñado del expresidente Danilo Medina, y Julio César Correa, el exadministrador de Edenorte, fueron acusados penalmente de haber cometido diversos delitos de "corrupción administrativa, malversación de fondos públicos, prevaricación, tráfico de influencias y asociación de malhechores".

La denuncia penal de la organización Sed de Justicia fue formalizada ante la titular de la Procuraduría General de la República, Miriam Germán Brito, y también involucra a otros ahora exfuncionarios de Edenorte.

Andrés Cueto Rosario, cuando se juramentó como nuevo administrador de la Empresa de Electricidad del Norte del Norte (Edenorte), al empezar el gobierno del presidente Luis Abinader, denunció que su primera meta sería encarar un déficit económico de 116 mil millones de pesos, dejado por las autoridades salientes.

Asimismo, el ingeniero Andrés Cueto, denunció que las pasadas autoridades gastaron RD$154 millones en alquiler de vehículos, en una operación "mafiosa".

El funcionario agregó ese gasto de hizo de manera irregular como parte de una "mafia", mientras decenas de vehículos propios se deterioran en una especie de cementerio, donde se convierten en chatarras.

Sostuvo que los vehículos eran dejados en el abandono, deteriorándose, por cualquier desperfecto mínimo, en lugar de repararlos.

Cueto mostró en los almacenes de la Edenorte decenas de transformadores de potencia, en desuso, porque supuestamente no tenían arreglo, cuando en realidad las reparaciones representaba una mínima inversión, en comparación con lo que devolverían en productividad.