SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Después del reportaje que hiciera el programa El Informe con Alicia Ortega, la pasada semana, este lunes fueron clausuradas tres de cuatro clínicas que operaban sin regulación y que ofrecían los servicios de interrupción de embarazo a “precios especiales”.
República Dominicana es uno de los seis países de América Latina que todavía mantienen la prohibición al aborto, a pesar de que es un secreto a voces que se practica en la mayoría de los centros de salud privados.
Según narró Alicia Ortega, con la orden de un juez en mano, llegaron las autoridades del Ministerio público a la clínica Santos Brito, ubicada en Las Palmas de Herrera.
Tras la inspección llevada a cabo por un personal de Habilitación y Acreditación de Salud Pública, la clínica fue clausurada.
La magistrada Laura Vargas y un personal de Salud Pública también clausuraron el Centro de Atención Primaria Herrera Piña.
En esta clínica, que sólo estaba autorizada a dar consultas y prestar algunos servicios de emergencias médicas, se ofrecían servicios de laboratorio, con precarias condiciones de higiene, poniendo en riesgo la vida de los pacientes.
Asimismo, fue clausurado el Consultorio Sánchez Ureña, en Los Alcarrizos. Este consultorio era operado por el médico general Juan Manuel Sánchez, quien tiene un permiso que perimió en octubre del 2011.
Según el programa El Informe con Alicia Ortega, en este consultorio fueron hallados los historiales médicos llenos de polvo, los instrumentos quirúrgicos enmohecidos, medicamentos vencidos, “sustancias controladas” y hasta dientes engavetados.
Asimismo, se confiscaron matriculas de vehículos, decenas de cédulas de identidad y electoral, recibos y sellos de lo que aparenta ser una financiera.
A las autoridades les sorprendió hallar unos 211 mil pesos en efectivo y 910 dólares, ascendiendo así a unos 247 mil pesos.
Además de un polvo blanco, se encontraron cartuchos vacíos y varías balas. No se pudo determinar de inmediato de qué tipo de sustancia era el polvo blanco.
En todos los casos, los propietarios y empleados de las clínicas y consultorios mostraron su desacuerdo con la clausura dispuesta por Salud Pública, pero no opusieron resistencia.
Asimismo, fuera de los locales cerrados algunas personas corearon consignas en repudio a la medida, pero no impidieron que las autoridades de Salud Pública hicieran su labor.
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